Sueño que te abrazo con suavidad
Pues mi alma anhela esa belleza
que en en tiempos amaneció
por sorpresa en mi triste mundo.
Coronas engastadas del bosque
Que ella trae cada meñana en su pelo
Y me cuenta cuentos de amor
susurrados al oído, crepita la leña.
Y los tiempos ceden, tiempos pasan
Ya no da tiempo, no puedo danzar
Tiempos ceden, tiempos pasan
Ya no da tiempo, no puedo danzar
Ella fue, durante milenios, mi razón
Llenó mi vida de sonrisas y sentido
Ella, la mujer de los encantamientos
Llenó mi vida de magia y sueños
Pero el tiempo va creando un abismo
Abismo insondable, que no se detiene
Y me pasa por encima cual avalancha
de nieve de primavera, fresca y letal
No puedo ser quien fui, pues ya no soy
Ya no alcanzo la felicidad que deseo
Amo los tiempos y ello no es bueno.
Pues la vida ya ha pasado por mi lado
Dioses de la vida os consulto:
¿Debo de alejarme?
Pues amo su libertad
Pues amo su ímpetu
Pues amo sus sonrisas
Pues amo su voz
Ella fue, durante milenios, mi razón
Llenó mi vida de sonrisas y sentido
Ella, la mujer de los encantamientos
Llenó mi vida de magia y sueños
Dioses de la vida os consulto:
¿Debo de alejarme?
Pues amo su libertad
Pues amo su ímpetu
Pues amo sus sonrisas
Pues amo su voz.
Ella fue, durante milenios, mi norte
Llenó mi vida de sonrisas y sentido
Ella, la mujer de los encantamientos
Llenó mi vida de magia y sueños.
Pero el tiempo crea el abismo
Abismo insondable y no se detiene
Y me pasa por encima cual avalancha
de nieve de primavera, fresca y letal
No puedo ser quien fui, pues ya no soy
Ya no alcanzo la felicidad que deseo
Amo los tiempos y ello no es bueno.
Pues la vida ya ha pasado por mi lado
© Javier Sánchez enero de 2023