Buenas tardes querido público, a partir de hoy os voy a contar pequeñas partes de la historia de mi vida, os iré contando pequeños retazos de ella una vez a la semana o algo así, o cada mes, no sé, bueno haré lo que me de la gana. Unas serán divertidas, otras serán un verdadero drama, pero siempre intentaré aderezarlo con una pequeña pincelada de humor, manos cuando me atrpello aquel avión, que lo pasé muy mal. Tengo ya una edad y he pensado que entre mis clases de universidad, las conferencias para idiotas del turno nocturno que encima son gratis. Pues en el tiempo que me queda libre podría ire desgranando esas pequeñas historias que le suceden a los pequeños mortales como yo, la gente normal, la que vive a pesar de todo, de las maldades, de las enfermedades, de la malas artes de la gente. Por cierto, nada es mentira, en todo caso no es del todo verdad, pero ya me conocéis.
Este es un pequeño trozo. Una parte de mi vida, la que viví con Lara.
LARA
Hay que ver, ahora vivo con ella, con Lara, antes ya sabéis que no, pero ahora sí, (barrio sésamo al poder). Perdonadme la tontería, entre la medicación, la mascarilla y que ahora te la quitas y ahora te la pones, estoy un poco agobiado. Ahora nos la van a quitar, tranquis, los feos estamos a salvo, es voluntario y a los otros, pues hasta que venga la septima ola podrán exhibir su belleza extrema.
Y… bueno pues vamos allá. Lara es, que os contaría de Lara, Lara es única, preciosa, pelo negro, ojos marrones caramelo, tez morena, una sonrisa naturalmente cautivadora, sin postureos, mujer muy inteligente y de un sentido del humor que me desarma y a la vez me encanta, pues tenemos esos diálogos de risa tonta, esos que hay un duelo a ver quien de los dos dice la tontería más grande. La verdad es que son geniales. Momentos sublimes.
Lara es licenciada en Bellas artes, amante de los animales, de los árboles, de las flores, de las ballenas, los mosquitos, los peces, los boquerones, la cebras, los leones moteados, etc. También le encanta el teatro, como a mí, pero con la diferencia que a ella le gusta el vanguardista y en definitiva, todo lo moderno y… lo raro, lo rarísimo. Lara tiene diez años menos que yo. No sé, de verdad os digo y muchos días me pregunto, qué narices hace conmigo, no me pega nada. Perdón, yo no le pego nada a ella. Aclarando conceptos, hay algo que no encaja. Un calvorota, gordo y feo, y ella, bueno ella es ella.
Emmmm. Vale, ya podéis dejar de criticarme y de despotricar, los de las filas de atrás también, que aunque estéis en la oscuridad, allí en la fila de los mancos, os veo igual. Pues oye que sé que es porque me quiere. De eso estoy seguro. Pero cuando veo las fotos en las que estamos juntos es como raro. Ya me pasa menos, pero, no se, es que esto del amor, me pilló a contrapié.
Y yo, pues yo, que os voy a contar de mi, pues nada, según la ley de protección de datos, puedo no contar nada, pero algo os contaré, es que estoy muy enamorado de ella, y en consecuencia… de todo lo que ella ama, de los animales y.. de reciclar hasta la mas mínima mota orgánica o no orgánica. Que, oye, eso de los cubos me tiene loco, cada color una cosa, pero es que soy un poco, solo un poco daltónico, eso de los colores me confunde mucho y me lío. Pero lo llevo lo mejor que puedo, coloco los cubos de izquierda a derecha y apañao. La cago de vez en cuando pero bueno
También me trago, por amor, los sábados por la tarde, los documentales de la 2 y del canal National Geográfic, con esas cebras pegándole a los leones, patos pelandose con los osos polares de la sabana africana y demás, o eso creo, porque siempre me duermo. Pero me duermo ¿eh?, con babilla en la almohadita y todo, hasta sueño y tengo pesadillas. Es lo que tiene la fiesta destroyer de los documentales de animales, que te hace perder el conocimiento. Por lo menos a mí me pasa.
Pero, oye, me encanta dormirme en el sofá, con la mano de Lara acariciando mi cabeza calva, eso me tranquiliza, esa mano es mi salvación y mi protección contra el mundo. Joder, que bonito me ha quedado ¿Eh? podéis aplaudir. Oye que es verdad, esa mano me protege de las maldades de este puto mundo, esta mujer es algo increíble. Joder ya se que estoy mayor, pero es del todo cierto, es mi ángel de la guarda.
Pues bueno, es que con Lara, con Lara te diviertes muchísimo, es encantadora, esa dulzura y esa inteligencia que desborda y llena todos los sitios de casa, ya sea que lo he dicho antes pero me encanta. Pero… hay cosas que, la verdad, no me van, pero callo y acepto, me lo tomo con gentileza y me adapto, al fin y al cabo de eso se trata lo de amar y convivir, de gentileza y adaptación, que no sumisión.
Por ejemplo, esto del teatro vanguardista, no lo llevo bien, no, la verdad sea dicha. Debe de ser algo increíble, pero es que no lo capto. Ya os contaré más tarde. Y oye que tampoco lo del arte abstracto y/o moderno de ahora mismo, el de hace unas horas. No la verdad, y me esfuerzo, pero no.
Ya me ha pasado y varias veces. Mira os cuento una de ellas, que fue la más heavy.
Fue un sábado, aquel día fuimos a una sala de exposición en el Palacio de Montjuic, Barcelona, perdón, se me olvidó, es que vivimos en Barcelona. Pues nada que la broma de la exposición costó cuarenta y ocho euros la entrada, ehhhh, cada uno ¿eh? Joder, caro ¿Si?. ¿Ella contenta? Si. Entonces no es caro. ¿Que creéis que soy un pringao? Pues no, si creeis eso es que no habéis entendido nada y ya podéis dejar de leer.
Según Lara, exponía el gran escultor/pintor y albañil Laurente Gazebo, Entre nosotros, ni puta idea de quién es el pavo este. Tiene nombre de cantante de los ochenta, por lo de Gazebo. El de I like Chopin.
Pues nada, que entramos en la exposición aquel aciago sábado. Nada más entrar se nos acercó una persona con un chándal, de aquellos antiguos, y una chapa de metal, así a modo de chapela extraterrestre en la cabeza. Este marciano nos ofreció unos canapés de Cabrales con caviar. Madre del amor hermoso, casi me deshidrató instantáneamente como un vampiro al sol, aquello estaba fortísimo, y el tío me decía que si me recordaban al mar. Yo alucine, le dije que si, al mar muerto, el marciano de la chapa nos informo que estaban creados por el escultor que exponía. Coño lo entendí de inmediato. Lara le dijo que estaban estupendos. Pensé, que no entendía como mi compañera siempre tenía una buenas palabras para todo. A su lado soy un puñetero gañan sin un ápice de nada. (He dicho nada, porque no se me ocurría que decir, hasta para eso soy gañan).
Un poco más adelante, pasando ya al de la chapela, otro marciano, este llevaba un cubo de basura en la cabeza, sentado a un clavicordio y vestido de mecánico de coches, con grasa y todo, y las manos llenas de mierda. El asesino este, estaba ejecutando, esto es literal, la canción «Love of my life» de Queen. Manda cojones, con un clavicordio, aporreandolo literalmente, iba a abrir la boca para sacar fuego ácido de Alien sobre los hombros y las manos del verdugo, Lara me miró, sabe que hay cosas, sobre todo relacionado con la música, que no soy nada transigente, y si es con Queen menos. Esa mirada la entendí de inmediato, me contuve. Tiró de mi mano y seguimos andando, antes de que provocara un accidente o incidente diplomático, es muy rápida la jodía.
Dejamos atrás al marciano envenenador y al Killer de Queen, y empezamos a seguir la línea del suelo, por cierto era original, la línea era como la Vía Láctea, muy bonito (lo único bonito de la esposicion, entre nosotros ¿eh?, porfa que no se entere ella). Y allí íbamos, lanzados, Lara me cogía la mano con fuerza, siempre lo hace, para que no me escape, caminábamos viendo a un lado y a otro… pues no sé explicaros…oye, cosas.
Cuarenta cinco minutos viendo cosas extrañas, hierros torcidos, televisiónes con un tío hablando en bucle que decía, «esto es todo», una y otra vez, joder, hasta una lavadora funcionando, con ropa dentro y todo!!!. Yo alucinaba y también me aburría como un fontanero en el Sahara.
Pasado un ratito… más, llego un momento que Lara se cabreo, mea culpa por cierto, la verdad es que le hice cabrear, eso pasa cuando me aburro y se me va la cabeza, oye, es que le dije, con la ingeniosa gracia que me caracteriza, que..
– Oye Lara cariño mio, amor de mis entretelas, porque no venimos cuando terminen las obras, es que está todo roto y patas arriba…. – y me reí un poco, pero solo un poco, esa risa que busca complicidad del otro. Pensaba que le haría gracia mi humor ácido e ingenioso.
Madre del amor hermoso El Apocalipsis según Santa Lara, versículo 20.27. Me echó una mirada de soslayo, que casi me desmayo…. (Miiiiira pues rima y todo).
– Que poca cultura tienes hijo…de verdad, eres más simple que el mecanismo de una cuchara, menos mal que te quiero. Eso te salva.
Nada, a callar, me comí todas las salas de estropicios y chatarra. Dos horas mas mirando estatuas y esculturas de escultor manco. Un trago malo, pero Lara se lo pasó de miedo, joder le sacaba punta a todo. Pero termine mirándola a ella solo. Soy un romántico, pero ya desde pequeño que fue cuando me enamoré de la comadrona por tocarme el culo. Pero a lo que vamos, que me encanta verla cuando disfruta de las cosas. Es algo genial. Creo que eso es algo que llena todos los espacios de una pareja. Acabamos riendo los dos, ella bajo a mí nivel y se juntó conmigo al cachondeo del destrozo que estábamos viendo. Mujer genial.
Pasado esto, que fue grave, mi comportamiento fue deplorable, lo admito, pero joder es que con las cosas estas, es que me superan, llamadme simple, pero creo que si hay algo que no te llega, pues no te llega.
Seguimos con nuestra vida en dos mundos que interseccionan en nosotros, que al fin y al cabo es lo más importante, esa intersección, la que se convierte en un «te quiero» mañanero, en discusiones sobre el arte, sobre la vida sobre todo, menos de el trabajo de cada uno, algo prohibido en casa. Desde el primer día que ella me recogió se la indigencia sentimental. Decidimos que eso enturbia la relación, o eso creíamos.
Lara, le encanta el teatro, a mi también, pero es que… hay una diferencia, a mí me gusta el teatro normal, el clásico, no el clásico de Shakespeare, que también, si no el normal, un escenario, un telón, una casa pintada, una habitación con sus muebles y los actores y actrices desgañitandose, la gente riendo o llorando. Lo que se llama una obra de teatro.
A Lara no…, Me enseñó unas entradas para una obra de teatro moderna, de esas experimentales, que te puede venir un actor y meterte una hostia y te la comes, «es arte» te dicen, pero la hostia te la llevas, pero claro yo me conozco, si viene un tío de estos y me mete una hostia yo se la devuelvo. Me puse a temblar, primero por lo que os he contado, las hostias las devuelvo, y segundo, es que la obra se llama: «La luz y la guerra del vecino, a la sombra de un olivo mudo».
Yo quería morirme de un ataque de setas alienigenas. Intenté poner excusas tontas, «que estaba muerto y no podía ir», «que tenía una reunión de consejo de ministros», pero Lara solo reía y me decía…
– Que idiota que llegas a ser. Mañana te paso a buscar al trabajo idiota y vamos. Venga a dormir, elemento, que cada día estás peor.
Y me propinó un precioso beso, de esos de «callate ya que te quiero».
Admiti que debía de ir. Me rendí a aquella sonrisa y a aquel beso. Pero sabía que no lo iba a pasar bien y ella también lo sabia. Ella sonreía mientras se le cerraban los ojos y yo no pegue ninguno de los tres ojos en toda la noche. Se mascaba la tragedia.
Continúa la semana que viene…
© Javier Sanchez abril de 2022