Ella lo intenta.

Me vi paseando por el campo, al atardecer, absorbiendo la vida que me hace falta. Siguiendo el vital paseo, al llegar a un gran prado vi a una extraña dama, aunque, de veras os digo, su semblante me recordaba a alguien muy conocido. Alguien como muy bello, alguien como una bella dama de un cuadro. La dama tenia las manos sucias, llenas de tierra, denotaba que había estado  arando y ya estaba sembrando un libro en los surcos de la tierra arañada por su sudor y su sangre.

Me acerqué, la dama era bellísima, impolutamente vestida, una falda blanca y camisa negra, pelo azabache, con una sonrisa cuasi forzada en la boca y una lágrima que rodaba suavemente,  pero implacable por su preciosa mejilla.

Vi que, en la tierra, enterraba un antiquísimo libro y asomaba parte del título en el lomo de libro «….pletas de la humanidad», lo hundió con la fuerza de un titán y se arrodillo a llorar desconsoladamente, sus lagrimas iban cayendo suavemente en el lugar donde yacía plantado estaba el misterioso libro e iban humedeciendo la tierra, que desprendía un precioso olor a vida.

Me acerque muy preocupado.

-¿Os sucede algo Señora?

Me miró con unos preciosos ojos verdes y me dijo.

-No caballero, muchas gracias. Solo estoy haciendo un último intento.

-No le entiendo señora…

-Estoy plantando un libro, «Las obras completas de la humanidad». Tal vez tengamos suerte y crezca como su libro antónimo.

-Entiendo señora, es una promesa…

-No, es un deber caballero, es un deber.

-Permítame mi atrevimiento, cual es su nombre.

-Cultura, mi nombre es Cultura. Para servirle caballero.

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©Javier Sánchez Diciembre de 2021

… que, a…

Tal vez sea conveniente vivir, mi amor. Y tal vez convenga sentir, sin el temor.
Sentir la vida calida y amante. Simplemente sentirla y sin dudarlo mi amor

El tiempo gana al tiempo, no le tengas miedo mi vida. Porque es mejor que pases tú por él, que no que pase él por tí.

Y con solo un tal vez, pero no esperes, no dudes. Porque el tiempo pasa mi amor. El tiempo solo gana al tiempo, no le tengas miedo mi amor

Porque, ¿sabes…?

Prefiero el sonreír que el reír.
El rozar que tocar.
El insinuar que besar.
La brisa que el viento.

Te prefiero a ti, que a ti.

Tu susurro a tu respiración.
Tu mirada a una proposición.
El terciopelo de tu piel a todo.

Y es que prefiero
Un no de mohín
tus ojos de soslayo.
Tu sonrisa divina
Tus dulces ojos
Y tu intención.

Así mi amor

El perfume de tu piel a cualquier perfume inventado.
Tu roce descuidado a un intencionado.
No deseo nada más que tus intenciones, el resto son imaginaciones.

Mi amor

Así de sencillo. Así de suave.
Nada es tan complicado.
Nada es tan sencillo..

A ti.

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© Javier Sánchez 2020