Qué haría.

Acompañame por el sendero
A través de campos de lavanda
Hasta nuestra colina de los juegos
Qué haría sin tí mi amor.

Quiero llegar más lejos
Y acariciar las galaxias
Con tu mano en la mia
Qué haría sin ti mi amor

Siento que me hablas en silencios
Tu cara aparece sin aviso
Que me corta la respiración
Amo esa belleza, esa dulzura

Quisiera saber volar
Quisiera saber navegar
Para volar contigo
Para navegar contigo

Esperando esa belleza
Cuando vienes a mi
Con los brazos abiertos
A recoger mi vida

Quiero llegar más lejos
Y acariciar las galaxias
Con tu mano en la mia
Que haría sin ti mi amor.

Acompañame por el sendero
Quiero llegar más lejos
Hasta nuestra colina de los juegos
Qué haría sin tí mi amor.

Quisiera saber volar
Quisiera saber navegar
Para volar contigo
Para navegar contigo

Quisiera saber navegar
Quisiera saber volar
Para navegar contigo
Para volar contigo
Qué haría sin ti mi amor

© Javier Sánchez febrero de 2023

En la habitación del hospital, de visita a mi tío.

Os quería contar que esta mañana he ido al hospital de «La poca Esperanza», pues mi tío segundo por parte de mi hermanastro por parte de padre, Antonio Carlos Sánchez de la Loma, se llama el tío, camionero de profesión, está muy malito, tuvo una «crisis gravís de pitiriasis por trauma», vamos que tuvo un ataque grave de caspa pero de la grave oyes y ahora está en coma inducido, intubado y con respiración asistida, como la dirección de los coches. Y os preguntareis. ¿Cómo puede estar en coma por eso?

Pues sucedió que mi tío postizo iba por la Avenida Diagonal de Barcelona conduciendo su camión y de repente por su derecha le rebaso un tío con un ala delta y se metió una leche con otro que iba cruzando la calle y no le dio tiempo a frenar y se metió una leche con otro camión, del golpe se le cayó toda la caspa acumulada del día y padeció hipoxia y eso que se lo llevaron al hospital y aquí está. Y no sabemos más pues los maderos no pudieron terminar el parte del siniestro porque se les acabo la tinta del bolígrafo (a los dos que iban en la patrulla) y estuvieron mucho rato mirando todo detenidamente para acordarse luego, pero creo que no lo sabremos nunca.

Y yo estaba sentado en una esquina de la habitación, al lado de otro señor que le había atropellado un ala delta, en Avenida de la Diagonal de Barcelona ¡Un ala delta en la Av. Diagonal de Barcelona! que ya tiene cojones, tienes que ser un gafe que te mueres, nunca mejor dicho. Pues el hombre tiene rotas las dos piernas, los brazos, tres costillas, la mano derecha y un arañazo en la cara, dice su compañera que es lo que más le duele, el arañazo, yo alucino con el pavo este. Vamos, oye, un gafe de libro. Mala suerte sí que tiene. Bueno, si lo piensas bien, todo lo malo que tiene es que salió rebotado y le pasó por encima dos camiones y una bicicleta, la bicicleta es la que más le lesiono pues la llevaba un tío de metro noventa y ciento sesenta kilos de peso y con el cable del freno de la bici le araño toda la cara. Es lo que tiene ser gafe.

Mi primo postizo en un momento dado me dijo que iba a un recado al bar, vamos que se piraba de allí que estaba hasta los mismísimos, es lo que tiene, los familiares en coma no tienen mucha conversación y que si me podía quedar un rato con él. Por supuesto le dije que sí, soy una persona muy amable y simpática a pesar de ser un asesino en serie. Pues allí estaba yo, sentado en un sofá revienta culos del hospital, vigilando a mi familiar…, bueno vigilar lo que es vigilar no estaba vigilando, la verdad es que estaba jugando con el móvil al tetris y oyes, que me he quedado sin batería.

-Joder, lo que me faltaba.

Me he puesto a buscar un enchufe y después de un rato he visto uno, que creo que estaba la tele enchufada, pero como estaba apagada, he pensado, oyes pues de igual, uno está en coma y el otro no se entera de nada y lo he quitado y acto seguido he conectado el móvil, he seguido jugando al FIFA 2001 y a los diez minutos el gafe ha empezado a respirar mal, oye que mal rollo, a ver si se va a morir aquí, a mí me da algo con lo aprensivo que soy. Y a cada minuto iba a peor. La mujer llorando, el niño llorando, mi tío llorando y eso que estaba en coma, el técnico de las lavadoras que pasaba por allí también llorando y un señor vestido de negro, que estaba en la otra esquina de la habitación, que no había visto hasta ahora, con una capucha y una guadaña, también llorando… y de pronto ha entrado la enfermera corriendo.

-¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Ayyy madre mia que no respira. ¡Pero bueno, quien ha desenchufado la máquina para respiración asistida!

¡Hostias! Mi inteligencia superior a la media se dio cuenta que el gilipollas había sido yo. Rápidamente, quité el cable de mi teléfono y lo he intentado tirarlo por la ventana, pero en los putos hospitales de este país no las abren jamás y ha caído encima de la cara del gafe. La enfermera ha dicho:

-Pero mira, pero bueno, pero si es un cable de cargar móvil!! Es que no me lo puedo creer

Y le he dicho:

-Hay que joderse la gente es que no mira nada, pobre hombre. Con lo bien que estaba, con su tubo,  sus yesos y  su todo, es que no somos nada.

La persona de negro se estaba meando de risa y me ha dado una tarjeta y me ha dicho.

– Llámame, haremos negocio.

– ¿Qué?, Vale. Bueno oiga, que eso señora, que no sea nada, que sea una horita corta si eso, que me voy a hacer pipi… y a hora vengo si eso, Joder, joder, joder.

© Javier Sánchez febrero de 2023

TDM trastorno depresivo mayor

Cuando…

El vacio y la desesperanza, La fuerza del alma convertida en arena. La sonrisa borrada El cansancio y la falta de energía. La ausencia de consideración, por el esfuerzo trabajado. El sentimiento de culpa. Los llantos escondidos tras las puertas de las risas. La amabilidad forzada con el alma destrozada. El hundimiento del mundo a tu alrededor. La soledad, la espantosa soledad, de la incomprensión. La falsedad, que invoca a esa soledad entre tanta gente. La mano que no te acaricia y el hombro que no llega. El ser fuerte durante años, sin necesidad de serlo. Las exigencias malvadas. El interés de la gente, sólo cuando interesa. El esfuerzo del llanto que ríe en el espejo. El pozo estrecho. Pensamientos terribles sobre la muerte, pensamientos suicidas. El miedo… a todo.

Se convierte en un monstruo de multiples cabezas, que te va comiendo, minando la vida. Y los que creen que te conocen o creen que saben qué es lo que te sucede y te comentan:

  • “Es que nadie te puede ayudar…”, “debes de salir solo”, animo que todo pasa”


No, eso no es cierto, pues lo único que sirve, a nivel humano, son las miradas, los alientos, os abrazos, las sillas que se mueven hacia ti con una sonrisa. Eso es ayudar, eso es empatizar, eso es entender, eso es apoyar.

Pero es que este mundo no se mueve por una lágrima, no se mueve por un insomnio, ni porque te ocultes en la cama, bajo las sábanas o miles de ellas y tus lágrimas se escondan entre tus manos.

Con solo una persona, solo una, entre millones, puede solucionar, puede aliviar de sobremanera lo que ningún profesional, ningún «cuñado» charlatan ni ninguna terrible frase como la… “yo he pasado por ahí, ánimo, todo pasa” Una persona con alma.

Alma, solo hay que tener alma. Y es que con solo esa determinación de una sola persona, con solo una, te puede dar el asidero para salir. Salir del pozo negro, de esa perdida, del agotamiento de perseguir nubes en la niebla y ser ciego en blanco. Solo un ser humano con las seis letras puede hacerlo.

Hace unos días lloré, conviví con una persona de mi sangre que estaba defendiéndose del ataque sin piedad de la vida y eso es algo terrible, vi esa angustia en su cara que desarmaba mi alma hasta el punto de que ahora, hoy, esta noche, a las 00:10, he decidido escribir esto, entre lagrimas, con el alma encogida y consumiéndose poco a poco y esperando a volver para ayudar.

Y es que no puedo evitar pensar en el infierno que persoalmete viví hace tiempo y en el cual siempre estoy en peligro de volver a caer. En aquel espanto de duerme vela, de hundimiento, de llantos nocturnos, de no querer despertar. No dejo de pensar en aquellas tristezas incontrolables y en la soledad acompañada de nadie. Soledad entre multitudes.


El Trastorno Depresivo Mayor es un parasito que se instala en tu mente, en tu cuerpo, en tu entorno y te incapacita para la continuación normal de la vida. Es algo realmente espantoso, realmente terrible y no lo atendemos como corresponde. Tenemos que acostumbrarnos a mirar al lado, a nuestro lado y mirar a los ojos de las personas, a no guardar silencio por comodidad y dejar pasar el trance de a persona. Si tienes alma, lo entenderás enseguida.


De verdad, os lo prometo, sé de lo que escribo. Se lo que es literalmente.


 

© Javier Sánchez febrero de 2023

Veritas

Últimamente, tal vez será porque la edad avanza y me convierte en algo con sinceridad venenosa o porque la gente se va y no vuelve a mi vida, me he dado cuenta que todo el mundo quiere, imperativamente, mostrar la apariencia de que todo le va bien, de que todo está bien, hasta que por casualidad tienes, simplemente, una pequeña conversación con ellos.

Y es entonces cuando te das cuenta de que nadamos entre unas amplias generaciones inundadas de tristeza, de personas solas, que no solitarias, luchando por sobrevivir, viviendo entre frases hechas, caras sonrientes, de dibujos con corazones y besos y poses de fotos bonitas. Y una nula sinceridad, nula comunicación y/o empatía.

P.D.
También puedo estar equivocado.



© Javier Sánchez febrero de 2023

«Me quedo contigo»

Una belleza. La canción formó parte del cuarto disco del grupo, «Pa ti y pa tu primo», y fue compuesta por Enrique Salazar y Crescencio Ramos Prada, un día que Enrique llegó al estudio con unos versos ya escritos y el pálpito de que tenía entre manos una gran canción. Y lo fue. Ha transcendido a lo largo del tiempo en multitud de voces y versiones. Para mi, una joya.

Los Chunguitos, autores Enrique Salazar y Crescencio Ramos. Año 1980

Y su mente se vació de flores

Tenía su alma hecha girones por no atender a las razones de la razón, la que nunca sirve para vivir realmente.

Tenía su alma rasgada, por no entender la jugada, la jugada del destino, la que no entiende de amores encontrados. La jugada de amores extraños, la que no entiende de destinos.

Su mente se vació de flores y todo por no entender ni atender a sus errores. Y su mente, al borde del abismo, por no ver el pequeño atisbo de ese, el que no era.

El error de quererla o amarla, así era, sin deber y sin poder, así era. Error, el error, la errata, la que siembra la vida, de vez en cuando y obligó a que la esperanza partiera.

Él, una vez le dijo, te amo, fue tan fácil y sonaba tan bien, cual música de trovador nocturno, bajo el balcón de la doncella. Pero que la doncella amada le devolviera el anhelado te amo no era posible. Y su alma enfermó, pues el supo que ya nunca estaría con ella.

El hombre sabia, que antaño las distancias eran salvables. Por que los amores eran iguales. Por muy lejos que estuviera la bella dama, él existía. Pero el devorar del tiempo creó la gran brecha, la que distancia las sonrisas.

Y aún asi los sentimientos, si, esos que son amores, todavía corren en cuadrigas de cuatro caballos. Igual que hace tres mil años. Nada cambia.

Y el hombre pensó:
– «Que misterio insondable es esto del amor, que cual peregrino que no sabe donde va. Alma que no piensa y se torna corta de entenderás cayendo al abismo de la locura»



©Javier Sanchez febrero se 2023

Que estes en mi vida

Todas aquellas pequeñitas cosas
Que hacían mirarte embobado
Cada esquina de mi vida
Anuncia que me faltas

En mi cerebro, siempre
Veo tu cara, tu sonrisa
Hay que estar ciego
Para no ver que te necesito

Esos silencios
Esos tipos de luz
No me ayudan a verte
Que estes en mi vida

Vivo y respiro por ti
Aunque tú no lo sepas
Pero de que sirve
El vivir y respirar por ti

Mi estado de ánimo
Mi llanto nocturno
Contemplo el techo
Aunque tú no lo sepas

Esos silencios
Esos tipos de luz
No me ayudan a verte
Que estes en mi vida

Callo, no rezo, pero sueño
Con el decirte te quiero
Ya no vuelo, no me dejo
Aunque tú no lo sepas

El tiempo ya me abandona
Entre risas y ¿Cómo estás?
Imágenes bellas en mi mente
Miedo en el suelo, solo.

Esos silencios
Esos tipos de luz
No me ayudan a verte
Que estes en mi vida

Mañana día 15 de febrero.

Hoy, día 14 de febrero, es el dia de los enamorados. No se porqué pero es hoy cuando se supone que debes de estar más enamorado de tu pareja y demostrarle lo que puedes demostrarle si no todos, cualquier día del año. Pero mañana es el día más importante del año, que también deberían de ser todos los días, ellos, los pequeños e inocentes luchadores de la vida por lo menos tienen ese día. Es increíble que exista esto en este mundo lleno de dioses misericordiosos, dinero a espuertas y supuestas buenas voluntades, pero cuando ves un pequeño cuerpecito lleno de tubos y con la carita apagada se te cae el mundo. La verdad, menos ejércitos, menos armas, menos mala gente que vive del dolor y más científicos peleando contra la muerte.

Eso es lo que necesitamos de inmediato. Convicción y concienciación. Por lo menos, como mínimo, pensemos en esos pequeños que sonríen con el dolor en el cuerpo.

Mañana si.

Ayer

Eran tiempos de mente blanca y pura. Del frío que se curaba con el calor de las manos mamá.

Eran tiempos de colegio.
Del maestro con el titulo de Don o Doña…
De cuando la educación estaba en casa y las letras y los números en el cole.
De si te castigaba el profe, en casa sucedia… «Algo habrás hecho»
Los psicólogos solo estaban en las películas.

De salir a la calle, a jugar con los amigos y amigas hasta la hora de cenar. De correr porque si, no porque es obligatorio o moda. De rodillas peladas. De heridas en los codos. De hacer el parque de casa un bosque sin fin.
De juegos que ahora suenan extraños.
De las sabanas limpias de mama. De la cama hecha por ella como nadie sabia hacerla, ni sabrá.

Eran tiempos de papá cenando con todos, antes de ir a trabajar. Solo pedía eso el hombre. Cenar en casa, los siete. Una ángel de hombre que se desvivio por nosotros y pagó con su salud.

Eran los tiempos que mi madre andaba por la casa con la radio a tope, cantando y las tristezas espantando. Porque, si, ahora hay problemas, pero me río yo de estos problemas.

Eran tiempos de gloria, de veranos de playa, de camping, de pueblo en verano, todo el día al oreo, de inviernos de abrigo volviendo solo del cole con tu hermana pequeña de la mano, sin guardaespaldas, con lluvia o nieve, de infancia de verdad, sin maldad, con la niñez por montera y la sonrisa hecha con las caricias de tu gente, de amigos, amigas, vecinos, colegios, profesores, tíos, tías, primos, primas, abuelos, abuelas. De lo que era la vida al viento, natural y auténtica.

Y mi madre cantando espantando tristezas.


© Javier Sanchez febrero de 2023

Ambos

Ella le dijo:
No creas que estás solo, amor mio
Recuerda, estoy a tu lado, sientelo
Recuerda, siempre estoy a tu izquierda.

Aunque, para él la vida nunca es fácil
Ella siente su alma de una manera unica y siempre le susurra:

No creas que estás solo, no es así
Recuerda, estoy a tu lado, creeme
Recuerda, siempre estoy
sentada a tu izquierda.

No te pierdas solo, no te pierdas
Entre tus profundos abismos
y los abismos de los demas
Ya no sufras más porque:

No creas que estás solo, no es así
Recuerda, estoy a tu lado, sientelo
Recuerda, siempre estoy
sentada a tu izquierda,

Posa tu mano en mi pierna,
donde grabé tu nombre, años ha
Recuerda que siempre me importarás

Donde estés y cuando no estés.
En el tiempo que estés, sienteme
Pues en tu mano dormiré
Sujetando tu espalda, al dormir.

Y el le contestó:
Mujer, ruego a los dioses
Que nunca me faltes, nunca te vayas
Pues si yo he partir de estos mundos
Siempre tendrás mi sonrisa y mi amor.

Cuando mi alma pese veintiún gramos
Siempre me sentirás a tu derecha
En tus labios y acariciando tu espalda
Rozando mi nombre dibujado en tu pierna

No creas que estarás sola, no es así
Recuerda, estaré a tu lado, siempre
Recuerda, siempre estaré sentado
Sentado a tu derecha, mirándote.



© Javier Sánchez febrero de 2023

La busqueda



Llevo tres días buscando un documento que me pidan en el banco, más que nada para poder evitar que me cobren (roben legalmente) más comisiones y todos esos delitos que todos conocemos y de los que nadie se queja y la verdad que en lugar de ir con excavadoras y catapultas de fuego griego, callamos y pagamos. La verdad es que no lo encuentro por ningún sitio… El documento.

He mirado por todos los cajones de casa y nada, que por cierto ha aparecido de todo pero el putisimo documento para evitar que me roben no. Mierda mierdisima. Hasta que se me ha ocurrido mirar en el altar que tengo para hacer vudú a los bancos y a sus directivos y a toda la gente asquerosa que me rodea. Allí estaba, envuelto en una piel de carnero ártico y sangre de mono de Madagascar. Pero eso sí, en un baúl recóndito en el altillo de casa encontré de todo. Eh! De todo.

-Un interviú de 1989,
-Una colección de Mortadelo y Filemón y dos tebeos, pero de los antiguos, osea aquellos que ponía en la portada TBO.
-Una bolsa de canicas!! (canicas, no bolas chinas, degenerados)
-Mi cartilla militar, manda cojones no tenia ni idea de donde estaba, con lo que me costó tenerla, conseguirla, un año y medio en el ejército, en Malilla.
-Un billete de 2000 pesetas!, joder 2000 pesetas, con eso te metías unas fiestas, que te morías, y aun te sobraba pasta para morirte otra vez.
-Una carta de mi ex novia poniéndome a parir panteras. Por cabrón, según ella. Algo malo haría seguro.
-Otra de otra novia, Sara, que decía que me buscaba su hermano. Para que lo supiera.
-Una nota de mi madre: “Nene, ha estado Roberto en casa, es el hermano de tu novia Sara. Me ha dicho que te llamará o que te buscará o algo así, no lo entendido muy bien hijo»
-Un DIU !!, ¿ Un DIU ? Coño un DIU !!
-Una foto de una chica, un chico y yo, con unos sombreros raros, que no sé quien son. En una playa desierta. Lo que no sé es quien hizo la foto.
-Una foto de un antepasado mío, supongo, con una escopeta en las manos. Y cara de muy mala hostia.
-Una foto mía con unas gafotas que parecen dos Hubble (el telescopio, es que no sé cómo se escribe). Me tapaban casi toda la cara.
-Otra foto de mi abuela haciendo pasteles. Que los hacía como los ángeles. No sabían a nada.
-Un anillo de hippy, de cuando tenia pelo. De mis tiempos cuando danzaba por Zocodober (Toledo) engañando a los turistas para pagarme los estudios.
-Una cinta de video de una fiesta, que la mitad de la gente no se quien era y yo llevaba un pedo que pa que te cuento. Y solo decía que tonterías sobre una tal María. Que la quería y todo el vídeo llorando por la María esa. Luego recordé que era mi María. Ayy mi María (otra vez llorando)
-Mi primera nomina. La de esclavo, aprendiz de auxiliar administrativo. Tela. 6000 pesetas netas.
-Tambien un carnet de las juventudes comunistas , estaba roto, supongo que sería por febrero de 1981 caundo se rompió. Por motivos ajenos a mi. Os lo juro compañeros
-Tambien apareció mi carnet de la Peña excursionista.
-Un huevo de coser calcetines. Esto me desmoralizó mucho pies denota que ya tengo una edad.
-La mitad de un LP en directo de Jetro Tul, supongo que me pondría nervioso, nunca los entendí .
-Una carta del hermano de Sara, diciéndome cariñosamente que me iba a matar. Pero yo seguía sin recordar porqué.
-Una caja de condones Duralex, como los cristales.
-Una caja de Optalidones, para el dolor de cabeza. Despedían una luz extraña en la oscuridad.
– La colección entera de la serie Dallas, 87 videos VHS.

No sé, y ya lo dejé porqué me está a mareando y ya es que me daba miedo si profundizaba más en aquel baúl.





.
©Javier Sanchez febrero de 2023

Sherlock Holmes, una rara historia, por capítulos. Cap 1

Capítulo 1
Baker Street

Corría el año de nuestro señor de 1888 o algo así. Estoy aquí, en este año, por un error de cálculo temporal. Inicie un viaje con una máquina del tiempo que me compre en «Armazon Premier Plus Pro» y caí aquí, oye que yo quería ir al año 1969 para ver a los Beatles en la azotea y como siempre me pasa metí la pata. Aparecí, tampoco muy lejos de allí, en Baker Street, a la altura del 221B. Una curiosidad sobre el nombre que le pusieron a esta calle es que fue gracias a una canción de un trovador llamado Gerry Rafferty, ojo que la misma canción se utilizó para un anuncio de la tele de un tabaco llamado Fortuna, veneno puro el tabaco ese, bueno que de ahí el nombre.

Pues eso, cuándo llegue a la puerta de aquel edificio, me detuve a observar la fachada, preciosa de veras, me fijé que en la puerta de acceso al vestíbulo de la finca, al lado de los llamadores había un cartel que ponía, en un idioma raro por cierto:

«Housekeeper wanted.
Doctor wanted, but his name is Watson.
Or something like that.»

Vamos que buscaba un ama de llaves y un médico que se tenía que llamar Watson. Si o si.

Entré en el edificio y salió a recibirme un pavo raro que iba en pijama de rayas rojas y tenía un violín en la mano. Despeinado y con un halo que parecía como si fuera colgado. Tal vez era la botella de whisky que llevaba en la mano me dio la pista. Vamos que iba más colgado que un teleférico.
– ¿Que desea señorita?
Yo flipaba con el tio, pero le seguí la corriente.
– Pues vengo para el empleo de ama de llaves. Mi nombre es Agatha Cristie.
– Lo siento señorita, el puesto ya está ocupado por una señora mayor, fea como un pecao, aunque puede ocupar el puesto de médico, se llama usted Watson?
– Si señor, Doctor Nelson María Watson de todos los Santos, de los Watson de toda la vida.
– ¿Es usted médico por casualidad?
– A ver si estamos más atentos si, he dicho doctor, casualmente soy médico, médico proctólogo.
– Pues está usted contratado porque me cae bien y coincide el nombre y profesión. Pase señorita por favor.
– Gracias es usted muy amable y soy señorito, que lo sepa.
– El sexo carece de importancia caballero.
– Pos vale.
El pavo este creía que yo era médico, nada más lejos que Mordor, que está a tomar por culo de la comarca, pasando por Rivendel. Soy ebanista de asientos de carros de combate, lo que pasa que en mi país no hay trabajo y he tenido que emigrar aquí a Londres, la hermosa capital de Nueva Zelanda.

El despeinado me miró fijamente. Y paseando con un monóculo en la mano iba gesticulando y analizandome.
– Usted no es de aquí, es usted Italiano o húngaro, ha trabajado o trabaja en una oficina de abogados, más que nada por la citación que le asoma por el bolsillo de su chaqueta.

Ya ves, el payaso que no había dado ni una, el papel era una carta de mi amada Sian, aunque ella realmente no me quería, solo le caigo bien, pero eso es harina de otro árbol como dice el refrán arabe. Menudo lumbreras.

– Cierto caballero. – le dije – ha acertado de pleno en todo.
– Lo sé, los humanos superiores semos asin. Ha vivido usted en Canadá, más que nada por el acento. Siiiii, si, si, siiiii, por el norte de Toronto o algo asi
Dijo el pavo con tono petulante. Estaba a punto de meterle una guantá en toda la cara, pero me contuve.

Será por mi acento barcelonés – pensé para mí adentros interiores – que se parece un montón al de Toronto.
– Es usted un lince señor Holmes. – le comenté al colgao.
– Gracias Watson.
– Llámeme Nelson por favor
– Bien, pues gracias Nelson por favor
– No, no me ha entendido, mi nombre es Nelson, solo Nelson.
– Curioso nombre, Es capicúa ¿Lo sabe usted no? Nelson Solo Nelson, de acuerdo. Pero mejor le llamará Whatson que suena más inglés.
– Pues vale. Como usted quiera.

Madre mía ¿Y este era el cerebro más privilegiado de Nueva Zelanda?

– Mire Watson yo soy detective privado y resuelvo los casos mas complicados del crimen en Inglaterra y parte del extranjero.
– Pues vale señor Holmes, cuando empezamos .
– Ya mismo, he recibido un mensaje de Scolan Yar que me piden que les ayude en un caso de un vecino sirio que mata a prostitutas en un barrio que no he entendido donde está.
– ¿Vecino? ¿No será asesino? Y ¿Sirio? ¿No será en serie? ¿Un asesino en serie?
– Mmmmm. Pos va a ser eso que usted dice Whatson un palomino en serie.
– Asesino, señor Holmes, asesino.
– Eeesooo.
– Señora Hudsoooooooon!!!! Prepare la fiambrera que nos vamos a Sconlan Yar y no veniremos a comer.
– Si señorito Holmes.
Apareció la ama de llaves, joder era igual que la mujer de color de «Lo que el viento se llevó», por eso me sonaba el acento.
– Señorito Holmes , le pongo fabada o fish and chips.
– Mmmm mejor fabada señora Hudson
– Lo que usted mandé señorito Holmes.
Yo estaba alucinando. Holmes dijo.
-Vamonos Whatson, nos espera el inspector Mcartney en el depósito de cadáveres, que estaba situado en Penny Lane Street.
– Vamos señor Holmes, pero creo que no tenemos que ir allí todavía.
– ¿Como que no?

Salimos a la calle, ya estaba en la puerta un carro de caballos de color negro feísimo y un cochero más feo todavía. Holmes le dijo:
– Conductor, vamos a Scolan Yar..
– Será a Scotland Yard señor.
– No, a Scotland Yard Señor no a Scolan Yar
Intervine y dije al conductor:
– Se refiere donde están los maderis de aquí, pero espere que ahora le digo dónde vamos.
– Si señor.
– Pues eso es lo que he dicho – dijo Sherlock.
– Tranquilo señor Holmes, ya nos vamos y no tenemos que ir a Scotland Yard, debemos de ir a la calle Dunward Street, en Whithchapel.
Como vengo del futuro, como la de la.lejia, pues ya se lo que debia de hacer.
– Pues eso, vamos a la calle De un Bar en Black capel conductor.
– Disculpelo – le dije – vamos a Dunward Street, en Whithchapel.
– Pa’lla que vamos.

Acababa de iniciarse una aventura épica, entre el famoso Sherlock Holmes y yo. Aquello no tenía precedentes. Tal vez porque yo no debería de estar allí, todavía faltaban 80 años para que yo naciera. Tenía que pensar en no alterar el tiempo ni nada de lo que sucediera.

En el próximo capítulo seguirá está trepidante aventura.

© Javier Sánchez enero de 2023

El «reloj»

Me han regalado un reloj inteligente de esos conocidos como smartreloj para deportistas, gente de negocios y gente rara de esas. Me lo ha regalado mi amigo José Jacinto Lavinia, que se dedica a diseñar y programar estos artilugios modernos, este modelo se llama «Sarcastic Watch» y pertenwce a una línea de relojes llamada «Sarcastic clock for lazy people», no sé qué significa pero como ahora le ponen a todo nombres en inglés para vender más caro… Pero me encanta el modelo (sobre todo porque es gratis) y oye que, según el libro de 387 páginas, hace de todo. Controla el ritmo cardiaco, tensión arterial, agenda, despertador, tiene conexión a todas las redes habidas y por haber, se conecta a mi móvil, a la tele, controla las calorías que consumes, también controla las que cagas, lo que andas, el tiempo que estás en reposo, lo que no veo es donde está lo de la hora pero el «reloj» está muy bien.

Mi amigo me ha dicho que lo ha programado exclusivamente para «moi» Ole, olé. Estoy muy contento porque nunca me han regalado nada, ni me ha tocado la lotería ni nada de eso y me lo he puesto de inmediato para ver como me queda, qué hace y que sorpresas me trae.

Bueno pues nada, de momento, ya para empezar llevo tres horas y veinte minutos para configurarlo y he conseguido poner la alarma que a partir de hoy sonará a las 5.15 am y será para siempre porque no se quitarlo y ponerlo a las 8 am que es cuando tengo que levantarme para ir a trabajar. He configurado el calendario, que me he equivocado y he puesto uno raro que pone que estamos en el año 5783, yo alucino debí de haber puesto modo Blade runner o algo así.
Aunque me he dado cuenta que he puesto el calendario Judío, me cago en todo.
He pasado a la sección de «Health» y ahí ya ha sido el colmo, madre del amor hermoso, vaya follón de parámetros que me pide:
«Ahora vamos a configurar parámetros para controlar su salud»

Nombre y apellidos, peso, altura, anchura, si me falta algún miembro, si estoy operado de fimosis, la edad, la edad de verdad, si hago deporte o no, si tengo dinero, cual es mi sueldo, si mi padre era calvo, color de ojos de mi abuelo, si mi madre es abogada, si he matado a alguien, distancia que recorro cada día, cual es mi meta en pasos y en la vida, no sé oye una cantidad de datos que para que te cuanto Mari Carmen.
Y al final me indicaba:
«Seleccionar nivel de sarcasmo»
Hostias!! Eso me ha dejado anonadado pero como soy muy curioso and chafardero le he puesto el máximo, el nivel 5.
Y ya terminando me ha dado el OK y un mensaje
«Final de la configuración, te ha costado ¿Eh?, Madre mía qué torpe»

Me he reído, pero me he dicho para mis interiores de adentro: : «Mira que gracioso el cabrón del reloj»

Pues nada he continuado con mi vida habitual con mu super peluco en la muñeca, me he preparado la comida y me he sentado en el sillón de la sala para comer viendo la tele.

Me he cocinado una papas fritas unas croquetas y un café con sacarina.
Mensaje del reloj.
«Cuidado que lo sano no mata, ya te vale colega y sacarina después de las papas y las croquetas, muy coherente»
Me he quedado un poco cortado pero vamos que me he comido las papas y las croquetas.
Mensaje del reloj.
«Has dado 19 pasos en tres horas, ojo al dato, cuidado no vayas a tropezar»

Será cabrón el puto teléfono lo que me controla. Después del agape me he puesto una película alemana de esas que sirven para dormir y me he dicho:
Media horita y me levanto.

Joder, casi era de noche, me he planchado la oreja 2 horas y cuarto. Me ha costado 20 minutos conectar las dos o tres neuronas que me quedan. Seguidamente he hecho el gesto de levantarme.

Mensaje del reloj.
«¿Te vas a levantar? Cuidado que ya estás mayor no te vayas a marear»

Y aquí, he cometido mi primer error, he comenzado a entablar conversación  con el reloj.
-Si que pasa, voy a mear que hace horas que no meo.
Mensaje del reloj.
«Claro, claro, así estás, retienes más líquidos que la presa de Asuán»
-Vete a la mierda cabrón.
Ya en el baño pues me he dispuesto a orinar.
Mensaje del reloj.
«Jajajajajaa, eso que es ¿Un anacardo?»
– Serás asqueroso, pero bueno un poco de intimidad joder.
– Mensaje del reloj:
«Que intimidad idiota si me llevas en la muñeca»
– Bufff por dios…
Me he callado para no seguirle la corriente al aparato.
En eso que me ha llamado mi amiga del alma Sian, para ver qué hago, etc. Le he dicho que iba a bajar al super a comprar y que luego quedábamos para tomar algo.

Mensaje del reloj:
«Al super, ohhhh! ojo no te rompas, que está a 50 metros, mejor llama que te lo traigan o llévate el oxígeno»
– Voy a comprar al sitio más cerca idiota.
Mensaje del reloj:
«Sian si que vale, hace deporte y está en forma, no como tú»
– Oye déjame tranquilo, que he de hacer cosas. Voy a tomarme un cortado antes de bajar.
Mensaje del reloj:
«Eso, ojo no te vayas a desmayar por el camino…y cargado de café que tienes la tensión que parece un marcador de un partido de baloncesto»
– Si, si si si.  Que te calles.
Ma cago el la madre que parió al puto reloj, deje el cortado sin tomar, cogí el carro de la compra y me diriji al super.

Al entrar en el super saludé a las y los cajeros de siempre.
-Hola chicas y chicos que tal va hoy?
-Bien Javier aquí trabajando.
Mensaje del reloj:
«Hola chicas y chicossss soy el smart reloj del zampabollos este»
– La madre que te parió callate ya o te meto en la máquina de cortar pan.

Fui directo a la zona de verduras y frutas y pasé de largo y directo a las galletas y pastelería.
Mensaje del reloj:
«Lo sabía zampabollos»
– Hola Rita ponme medio kilo de magdalenas de chocolate y…
Mensaje del reloj
”Esooo tragapuertas, pide un kilito más de pasteles de crema pastelera, que te irá muy bien»
– Vete a la mierda
– Javier – me dijo Rita – un poco de respeto coño.
– Perdón, perdón, perdón no es a ti es que llevo los auriculares y estoy hablando con un amigo…
Mensaje del reloj
«Tienes el pulso muy acelerado, pareces un perro en agosto, siéntate y respira hondo»
– Eres tú qué me pones de los nervios y donde coño me siento si esto es un super, no hay sillas… Joder, me estoy poniendo malo.
Voy a comprar verduras y me voy para casa algo malo me pasa…

Mensaje del reloj
«Ahora tu pulso es normal comparado con una ameba y la tensión ahora la tienes baja, que deterioro de ser»
Ni caso. No le hice ni caso. Compre verduras y doce cervezas y ya para casa, estaba muy mareado.
Al rato llegue a casa.
– Buff, estoy agotado…

Mensaje del reloj
«Agotado? hoy has dado 150 pasos, voy a llamar a una ambulancia por si acaso»
Porfavor que agonía de trasto y que no se calla. Voy a sentarme un rato.

Mensaje del reloj.
«Si.si,si,si. Siéntate no te vaya a dar algo»
Ya no aguanto más voy a llamar a José…
– José mira que te digo: el reloj cabrón este no lo quiero, es una mierda, no aguanto más. Vienes a buscarlo o lo tiro por la ventana.
– Jajajajajaja veo que he hecho bien el programa. Bajalo al uno el nivel de sarcasmo o al cero. Seguro que como eres un chafardero y no has leído el libro lo has puesto al cinco.
– Vete a la mierda mierdisima José Jacinto.
Mensaje del reloj:
«ojo no te alteres, ya tienes el pulso alto»
– Bufff que hijo de puta de cacharro…

Moraleja, bonito barrio de Madrid, pero no os compréis relojes raros. Los relojes son para que veas la hora y nada más.

Mensaje del reloj:
Por dios que moraleja más «original»


© Javier Sánchez enero de 2023

Con Federico, aquella mañana en el parque.

Aquella mañana, en el parque, había quedado con mi amigo Federico, una bella y soleada mañana de marzo. Hacia un año que Federico y yo no nos veíamos, solo por carta sabiamos el uno del otro. La distancia fortalece la amistad y Federico era amigo, un amigo de verdad, sé que es una redundancia el ser un amigo de verdad. Federico, hombre culto, amable y con un excelente sentido del humor, aunque quien no lo conociera íntimamente desconocía tal faceta. Y por alli venía, por el camino del parque, entre las flores, paseando tranquilo con una sonrisa en la boca, esa sonrisa que desarmaba a cualquiera, ya preparaba sus brazos para el abrazo alargando con ello su sonrisa.
– Querido amigo cómo estás, como va la vida, tiempos hace.
– Si, tiempos hace Federico, me alegro muchísimo de verte. Un abrazo amigo mío.

Federico me dio un abrazo como solo él sabía dar y me invitó a sentarnos en el banco.
– Sabes amigo mío anoche estaba muy nervioso y no habia manera de dormir. Tenía tantas ganas de verte…
– Aquí estoy y el mundo también, lo he traído conmigo.
– Ay amigo, este mundo que está dejando de soñar y solo piensa en militar.
– Si, Federico , así es…
– Mira amigo mío, cuando consegui dormir tuve un sueño y vinieron a mi sueño unas palabras que pulularon a través de mis sueños y se convirtió en algo como un pequeño poema. Solo son las primeras estrofas, escucha amigo:

El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Flotando como un velero

Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño
En el corazón del sueño.

– Suena a música Federico.
– No me digas amigo mío, aunque, bien pensado todos los poemas suenan a música y huelen a verbo.
– Así es Federico, así es. A música y a verbo.

© Javier Sánchez enero de 2023

Les paraules d’amor

Paraules damor.
  que ericen la pèll
  Viatjant des de la joventut.
  Pell de vida.  Pell de desig

  Paraules d’amor
  De boca a boca.
  De llavis a llavis.
  Ales que embogeixen.

  Et sento, al meu costat
  Et sento, pell de seda
  Et sento, somriure a l’alba
  Et sento, perfum de matins

  Paraules d’amor.
  Neixen de las meves màns
  Tinta de les meves venes
  paper i espelma, de nit groga

  Paraules d’amor
  Cures entre cotons
  Cotons de moments
  Sensuals i perfumats

  Et sento, al meu costat
  Et sento, pell de seda
  Et sento, somriure a l’alba
  Et sento, perfum de matins

  Paraules d’amor
  Paraules de seda
  Paraules perfumades
  Paraules xiuxiuejades

Paraules d’amor
  De boca a boca.
  De llavis a llavis.
  Ales que embogeixen.

  Et sento, al meu costat
  Et sento, pell de seda
  Et sento, somriure a l’alba
  Et sento, perfum de matins.

Paraules damor.
  que ericen la pèll
  Viatjant des de la joventut.
  Pell de vida.  Pell de desig

Paraules d’amor
  Ellas que ens falten
  Que no trobem
  Que no busquem

© Javier Sánchez Gener de 2023

El arroyo

Contemplo el arroyo que viene danzando a saltitos del valle alto
Siento el frescor de la brisa que mueve a su paso en mi cara.
Al otro lado del arroyo habitan unas margaritas que parece que bailan al son de sonido del agua del arroyo, meneandose suavemente bajo este agradable sol.

Veo pasar el agua cristalina como un regalo de la vida, un agua brillante que corretea entre piedrecitas de diferentes colores…. aunque observo que poco a poco el agua que danza entre las preciosas se va tiñendo de color rojo y marrón y de repente una explosion me despierta y revientan mis oidos. Gritos, disparos, explosiones… Mi compañero me está gritando pero solo veo su cara cerca de la mía y gesticulando; de pronto lo oigo.

– Coje la camilla que hay heridos, hay que salir del arroyo y subir a la colina de la cota 321.

Despierto del agradable sueño de otro bombazo y la voz de mi compañero se hace atronadora. Una bomba de mortero cae a diez metros de nosotros y me entierra en piedras y tierra. Mis oídos comienzan a inundarse del infierno del entorno. Las bombas de mortero han caído de pleno a nuestro lado, los disparos dan en blanco, es algo ensordecedor, nuestros compañeros disparando, el enemigo disparando, las bombas machacando. Todo el mundo gritando, el espanto se apodera de mi.

Tengo tierra y piedras por encima y por dentro del uniforme, Eduardo, mi compañero, me agarra del brazo y me levanta de un tirón, salimos rápidos a mirar. Nos llaman de todos los sitios, no podemos ir a todos, simplemente nos miramos y elegimos al que más probablemente tenia más posibilidad de sobrevivir y evacuarlo rápido a la parte de abajo de la pequeña vaguada, allí están los camiones y de alli a la retaguardia en las tres tiendas de campaña que hacen las funciones de hospital de guerra. Y los mandos. Las estrellas y las medallas pululan por allí.

Arriba ya en la colina vemos el espectáculo, un compañero nos mira, con la cara llena de sangre y tierra, es Juan, nuestro amigo Juan. Maldita sea es Juan.
– Corre Edu, cogele de las piernas…
– Le faltaba una, -me dice Eduardo- y no la encuentro.
– Eduardo se estaba volviendo loco buscando la pierna que no aparecía por ningún sitio…
– Edu, déjalo ya!! Hemos de bajarlo a las tiendas. Pero ya mismo.

Como podemos lo cargamos en la camilla, seguían explotando las bombas, los gritos y los disparos. Por fin Juan está en la camilla y corremos camino abajo, hacia las tiendas, hacia el hospital de campaña.

Después de una agotadora media hora corriendo con Juan cargado llegamos a ver las tiendas.
– Vamos, vamos un poco más y ya estamos, aguanta Juan.
– Creo que ha muerto – me dice Eduardo.
– Maldita sea!!! Maldita guerra, malditos todos, malditos generales, malditos políticos, malditos todos…

Llegamos a las tiendas y solo se ve en el suelo mantas tapando cuerpos a la puerta de una de las tiendas. El médico sale rápido y certifica que Juan ha fallecido. Estoy desolado, esto es una locura, gente muriendo por lo que otros deciden que no es lo correcto o que es lo que piensan que es lo lo correcto o porque quieren jugar a las guerras. Y… Los que de idean quién vive y quién muere, no están allí en el frente.

Dejamos la camilla y cubrimos a Juan, rapidamente cojemos otra camilla y nos disponemos a la vuelta al frente, pasamos por las grandes tiendas y oigo, al fondo de las más grandes, gritos de gente riendo y gritando sobre victorias.

Suelto la camilla y me dirijo a aquella tienda. Al entrar veo a todos esos mandos bien vestidos con uniformes de campaña impolutos, en la mesa planos de donde muere mi gente, licores, comida…

– Que quieres soldado – me pregunta un capitán.
– No quiero nada mi capitán, solo venía a comunicarles, con todo respeto, que mi compañero Eduardo y yo, volvemos al arroyo, a la cota 321 a recoger soldados fallecidos, destrozados, llorando, gritando, bajo las balas, las explosiones de mortero y otros horrores, muriéndose mientras ustedes están aquí mirando una mapa de color verde, que por cierto les aseguro que no es verde, es rojo de sangre. Nada más que eso. A sus órdenes mi capitán, con su permiso salgo de nuevo, la gente se muere allí arriba.

Allí quedaron los mandos mirándonos atónitos, mientras Eduardo y yo subíamos el camino del arroyo arriba otra vez dirección al horror de la guerra que otros componen para que nosotros la bailemos.



© Javier Sánchez enero de 2023

No sólo hay una guerra, existen miles de conflictos armados, uniformados y no uniformados. Movidos solo por intereses lucrativos de una minoría. Hay guerras que están olvidadas por otras que son mucho más mediáticas. Una guerra es una guerra y no tiene colores excepto el de la sangre.

El tiempo.

Sueño que te abrazo con suavidad
Pues mi alma anhela esa belleza
que en en tiempos amaneció
por sorpresa en mi triste mundo.

Coronas engastadas del bosque
Que ella trae cada meñana en su pelo
Y me cuenta cuentos de amor
susurrados al oído, crepita la leña.

Y los tiempos ceden, tiempos pasan
Ya no da tiempo, no puedo danzar
Tiempos ceden, tiempos pasan
Ya no da tiempo, no puedo danzar

Ella fue, durante milenios, mi razón
Llenó mi vida de sonrisas y sentido
Ella, la mujer de los encantamientos
Llenó mi vida de magia y sueños

Pero el tiempo va creando un abismo
Abismo insondable, que no se detiene
Y me pasa por encima cual avalancha
de nieve de primavera, fresca y letal

No puedo ser quien fui, pues ya no soy
Ya no alcanzo la felicidad que deseo
Amo los tiempos y ello no es bueno.
Pues la vida ya ha pasado por mi lado

Dioses de la vida os consulto:
¿Debo de alejarme?
Pues amo su libertad
Pues amo su ímpetu
Pues amo sus sonrisas
Pues amo su voz

Ella fue, durante milenios, mi razón
Llenó mi vida de sonrisas y sentido
Ella, la mujer de los encantamientos
Llenó mi vida de magia y sueños

Dioses de la vida os consulto:
¿Debo de alejarme?
Pues amo su libertad
Pues amo su ímpetu
Pues amo sus sonrisas
Pues amo su voz.

Ella fue, durante milenios, mi norte
Llenó mi vida de sonrisas y sentido
Ella, la mujer de los encantamientos
Llenó mi vida de magia y sueños.

Pero el tiempo crea el abismo
Abismo insondable y no se detiene
Y me pasa por encima cual avalancha
de nieve de primavera, fresca y letal

No puedo ser quien fui, pues ya no soy
Ya no alcanzo la felicidad que deseo
Amo los tiempos y ello no es bueno.
Pues la vida ya ha pasado por mi lado


© Javier Sánchez enero de 2023




Aquella cena

Aquella noche eran quince, contando con Jesús y los dos camareros. Jesús quería una cena informal, algo como un picoteo, una papas bravas, unos vinitos y ya está. Pero uno de sus mejores amigos le dijo que tenía 30 monedas de plata que había conseguido en un bissnes y que él pagaba la mitad de la cena. A Jesús le pareció estupendo pues no andaba muy cargado de cash, vamos que estaba pelao y le iba fatal invitar a todos aquellos hombres que le querían tanto. Cuando estaban todos aposentados les trajeron la carta del menú del tabernum. Y como Jesús los conocía, sabiendo la que se podía liar, trato de adelantarse y leerles la carta del menu:

– A ver por favor callaos un momento y no grites tanto que nos van a pillar los romanos. Callaos un poquito de por favor que os voy a leer el menú.
– Yo quiero tortilla de gambas.
– A a ver Santiago, es un menú no es una carta, dejadme que os la lea por favor.
– Yo pan con tomate y jamón de jabugo. – dijo Tomás.
– Madre mía – dijo Jesús – ¿Os quereis callar un momento? A ver de primero hay Tostadas con embutido de la comarca… De segundo…
– ¿El pan es sin gluten?- Dijo Pablo.
– Oyes Jasús pues yo soy vegetariano – comento Lucas.
– Madre del amor hermoso – dijo Jesús- ¡¡Os queréis callar!! Que aquí cierran a las 10 y son las 8, ya verás como no echan como siempre. Sigo…
De segundo tenemos pescado del río…
– ¿Ya se ha mirado si tiene anisakis?
– ¿Y la prueba de si tiene mercurio? Que luego se muere la gente y no sabemos de qué.
– Yo soy alérgico a las sardinas.
– Oye mirad, que os den la carta del menú y apañaos con Asimov el camarero, me tenéis hasta los hue…

Después de calmar los mares y que cada uno pidiera al camarero veinte veces productos que no tenía se distendio la cena.

En un momento dado, después de un largo discurso Jesús les dijo, en broma para levantar un poco el ánimo.
+ Y ahora, voy a hacer un milagro, voy a convertir el agua en vino.
– Oyes Jesu pues el mío con casera.
– Yo con limónada pero que sea de Fanta.
-Yo no bebo, ¿hay cocacola o agua de Vichi?
-¿El vino que será tinto o blanco?
-¿Oyesme, qué no hay cerveza?
– ¡Échale canela, verás que puntazo! mano de santo.
-¿No hay ná de picoteo antes? Es que luego cojo la cuadriga y están los picoletum por los senderos.

A mi me iba a dar algo y pensaba para mis adentros interiores:
¿Estos son los que van a predicar mi palabra? Por favor, ayúdame padre, son buena gente pero es que me quitan la vida de verdad, no puedo con  ellos.

Al final de la cena, Jesús tuvo que pagar los 120 sestercios que costaba la cena pues su amigo Judas se había pintado antes de acabar con la excusa de que tenía que ir al súper a comprar papel higiénico. Fue la última cena de los trece amigos.

© Javier Sánchez enero de 2023

Ríete con, no te rías de.