Tengo el alma en vilo, por muchas razones, pero una de las que más me preocupa es esta situación, que le sucede a un ser muy querido para mi. Una situación límite, provocada por esta sociedad que exige sin compensación alguna. Decidí recopilar datos y publicar este artículo. No soy un especialista. Sólo soy una persona. Nada más.
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Ser madre a plena dedicación.
Ser madre, te cambia la vida, te cambia la todo. De arriba a abajo, sin paliativos y de golpe. Eso no se discute. Pero ser madre a plena dedicación física y mental se transforma en una misión agotadora. Estar 24 horas, 7 días, sin descanso, sin desconexión alguna, llevando o, en algunos casos, devaluando el ejercicio de tu profesión, tu personalidad y libertad de pensamiento y hecho. Anulando tu capacidad intelectual día a día.
Noches sin dormir y días extenuantes y a veces como norma sin salir de casa. Y si a esto sumas hermanos mayores que requieren tu atención si o si, y, por supuesto, súmale a ello asuntos varios de casa. Y la posible, y en casos más que probable, incomprensión del problema, y por ende, la inhibición por parte de los círculos próximos. Incluida familia.
Y todo ello sin ayuda, bueno perdón sin la asunción externa, como ya menciono, de parte del trabajo, es prácticamente imposible abarcar tantos frentes.
A todo ello además de sumar el estrés emocional, por la no evolución personal. Llega el momento que el agobio, la astenia física y psíquica te toca el hombro.
Si es así cabe la posibilidad que padezcas el síndrome de burnout o agotamiento extremo.
¿Qué es el síndrome de Burnout?
El mencionado síndrome es más común de lo que se cree, y se desarrolla en los casos que la persona ha estado sometida a un periodo de estrés intenso y prolongado, o corto, depende de e la capacidad adaptativa de la persona, y desde los puntos de vista físico y/o emocional. Llegando al punto de somátizar físicamente el problema
Aunque el síndrome burnout surgió como una forma de estrés laboral en profesionales bajo situaciones de gran tensión, se considera extendido también a las madres, ya que son, por desgracia sociológica y admitida sin ningún problema por el resto de componentes de la familia y círculo próximo, las que viven día a día la tensión profesional y de, supuesta, obligación maternal.
En mi opinión, incide en personas de nivel intelectual medio alto, por ello el conocimiento del problema y su somatización es mucho más grave. Madres quemadas.
Síntomas más comunes del síndrome de Burnout:
Los síntomas pueden ser confundidos con los de cualquier enfermedad y no se les suele dar mayor importancia. Y la tiene. Y mucha. Sobre todo si el sometimiento es continuo.
Son manifestaciones del organismo sometido a una situación de estrés crónica como:
Síntomas psicosomáticos
Dolores musculares
Cefaleas recurrentes
Trastornos gastrointestinales
Insomnio
Cansancio
Síntomas emocionales
Aislamiento del entorno o Problemas de relación
Sensación de soledad
Distanciamiento afectivo
Sensación de frustración
Ansiedad
Desgano
Ganas de llorar impulsiva
Una presión que no deja respirar, más conocido como ansiedad.
Algunos consejos si sufres burnout
No aislarse:
Procurar relación externa. Aunque sea mínima y por cualquier medio. Una distracción de cinco minutos, es mejor que ninguna.
Organizar y priorizar:
No se es una súper mujer ni mejor madre y no tiene por qué ser así, destruyendo poco a poco tu círculo de confort.
Dar prioridad a lo urgente (y no, no todo es urgente). Se observará cuando se proceda a seleccionar.
Pide ayuda y/o apoyo:
A veces los demás no se dan cuenta de tu sufrimiento. Negar tal situación también es un síntoma del burnout y hacer como que todo va bien. En actuar, con la sonrisa en la boca. No es correcto. La realidad, si lo es.
Reserva un tiempo para tu persona:
Es parte de ayuda o parte de auto apoyo y auto liberación.
Habla con quien creas que te puede apoyar:
El simple hecho de hablar con alguien del problema es en sí mismo una liberación. La persona ha de ser de pura confianza. Y que entienda y escuche el problema.
En cuestión, intentar liberar el nudo hecho poco a poco, y no como sea, siendo consciente de que lo estas haciendo. Y hacerlo por si, y por una misma.
Esta sociedad, la macro y la micro sociedad. Con ello me refiero a todos los niveles sociales, laboral, comunitario y familiar, esta acabando con nuestros seres queridos.
Miremos a los lados, miremos a quien tenemos al lado, al frente, detrás, a quien llora en silencio, a quien no vive, sino que sobrevive. Hay que hablar y no dejar que se pierda nadie entre la inmundicia de la pasividad sonriente. Entre insomnios y soledades. Tenemos que convertirnos en el apoyo. No seamos ciegos con sonrisa beneplácita.
Y que nunca tengas que oír y que se te llenen los ojos de lágrimas:
-«Lo peor es cuando me miran, como diciendo…, menos mal que yo no tengo ese problema.»
©Javier Sanchez 2019
Fuentes:
Mundo Psicologia
Psicologia Sindromes
Foro de Sociologia y psicologia