Desubicado


Esta mañana, en el bar de al lado de mi lugar de trabajo, un bar llamado «Casa Jacinto, Tapas, Bocadillos fríos y calientes, menús de la casa», estaba desayunando algo ligerito, unos callos con morcilla, dos  madalenas de chocolate y crwma y un café, eso sí, con sacarina que tengo el azucar alto.

El bar de al lado de mi lugar de trabajo es un bar de los de siempre, primero que el el letrero de fachada pone «BAR», no pone nada de GASTROBAR, que parece el nombre de una enfermedad, tampoco pone, DELICATESEN Y MENU DEGUSTACION CASA MARNIER XX, ni cosas extrañas, simplemente es un BAR, antes taberna. 

Terminando el desayuno, estaba de palique con el camarero Jorge, lo conozco hace más de 15 años, Jorge es un camarero de los auténticos, camisa blanca (eufemismo), pantalón negro (eufemismo) y con la capacidad innata de hablar con tres mesas a la vez.

El bar CASA JACINTO es un bar lleno de obreros y trabajadores sin cualificar como yo,, currelas auténticos, sin cosas extrañas, arreglando el país con lo que le han escuchado a su cuñao el pasado finde en el camping. Me encantan estos bares llenos de papelesn en el suelo, cabezas de gambas y algún que otro dedo con el anillo y todo, en los que el volumen de la música, la radio o la tele está muy alto y la gente habla más alto y el camarero habla más alto todavía que ninguno de los parroquianos.

– Un carajillo de coñac , dos croasanes, una copa de anís y un sol y sombra, todo junto que es para Juan el gruista que tiene prisa!!!!

– Oído!!!

– Venga niño que estás más desorientado que un subarista en 3l desierto….Comanda!! Un bocadillo de panceta con morro, lomo y pimientos del piquillo, una Cocacola zero y un cortado con sacarina para José Juan «El sacarina»

(Le llamamos el sacarina, es diabético)

– Oído!!

– Bocadillo de salchichas del país!!! Y no le pongas la servilleta encima cabrón que es para Joselu el de la ONCE. Que el otro día se comió la servilleta.

– Oído… Sin servilleta.

Estos follones que suceden sobre las 10.30 de la mañana son geniales, la vida sigue…

Pero de pronto ha hecho acto de presencia un espécimen extraño que se ha sentado a mi lado. Un imdividuo con una camisa confeccionada con papel higiénico reciclado (sin marcas escatológicas de nada), un macuto de saco de patatas que ponía en el logo «Patatas de Guadalajara, las mejores de Guadalajara», unos pantalones de ropa reciclada de las fundas de los asientos de coches, unas chanclas sin calcetines como las de Ben Hur, ya ves, en pleno Diciembre, que manda cojones y, eso sí, un Rolex de oro mazizo de siete mil euros y un todo terreno aparcado en doble fila en la puerta del bar, vamos el pavo estaba totalmente desubicado. Bueno pues, el muchacho se dirige al camarero, se supone que educadamente.

– Por favor, disculpame compañero ¿me puedes poner one orgánic coffe de las montañas de Java, de la ladera norte mejor, producido bajo cultivo sostenible, con un chorrito de soja of milk desnaturalizada tratada mediante aguas del río Nilo, endulzado todo ello con edulcorante de las Himalaya Muntains, al natural y sin procesar? Y ya que estás de pie sin hacer nada, ponme por favor un smoothie de ananás pasteurizado a low temperature y un muffin fat-free con pepitas de cacao colombiano, pero ojo, que sea puro y desgrasado.  ¡Ah!, Y una muesli bar aderezada con quinoa, hazelnut y polvo marciano desnatado…  Sin grumos porfavor.

Se hizo un peligroso silencio en el bar… Yo me acojoné… Sólo se escuchaba a la presentadora del telediario….

– …. Y todavía no se sabe quién es M.Rajoy, el juez dice en el auto que puede ser Manuel, María pero de ninguna manera Mariano y bla, bla bla…

– 

El camarero, miró a su alrededor como pidiendo algo de comprensión o para que le sujetarán, el hombre con veinte años de profesión a sus espaldas morenas, con los tobillos hinchados como un elefante díabetico, palideció y sudaba como un cerdo con gripe aviar en una panadería y apretando el libreto de las comandas le dice al especimen:

– Mira …»compañero»… Aquí tenemos café de «casa Luisma», azúcar del Mercadona, sal del colmado de aquí al lado, magdalenas de la panadería, zumos de lo que quieras, pero para gente normal, vamos naranja, melocotón, piña (ananás no tenemos), no sé… Aunque, para ti, compañero, también tenemos hostiones in the middle of the face with the hand wide open to remove you toa la tontería que you tienes por todo el body, oyes. Ah! Y la leche de soja no existe.

– Ohhhh suena bien póngame dos. Sin gluten ¿Eh?

– Vamos que no me has escuchado nada de lo que te he dicho y si que va a sonar bien, si… ¿Te pongo luego otro más pa llevar? Más que nada por si te vas con frío por el camino en el coche ese de lucecitas y ruidos estridentes. El de los enfermos vamos.

Yo no daba crédito, tampoco lo doy a nadie, el dinero es mío y solo mío. Pero ese espécimen no era normal, no es que corriera peligro, nadie le iba a hacer nada. Pero estaba al borde de dejar de ser un ser humano y todavía no se había dado cuenta. Le dije:

-Mira oye, aquí solo hay cafés con leche, carajillos, bocadillos de jamón, mortadela, tortillas de antes de ayer y zumos de botella. No vas a encontrar nada de lo que buscas.

– Ah ok gracias compañero, es que pensaba que como es tan, tan, tan poco cool, que sería todo sostenible y de km 0. Y… Pero veo que esto es un nido de gente que come animales y bebe alcohol y…

– Mira, no sigas que al final te van a dar, si esta gente bebe, come animales  y curran como cabrones. Mejor te vas al bar de la esquina, lo reconocerás porque en la puerta habrá una cola importante de samuráis con barba de chivo, moño y zapatos sin calcetines, en pleno invierno, todos hablando de la leche de apio y almendras y demás cosas extrañas que la fabrican para engañarnos a vosotros. Ve que allí estarás seguro.

– Gracias compañero… Voy hacia allí

– Ah y no cogas el tanque que tienes aparcado en la puerta para ir allí, que eso contamina como tres coches de la gente de aquí.

– El especimen salio rapidísimo del bar y se dirigió andando a la esquina, allí saludo a sus congéneres, sin tocarse claro y se puso a mirar al cielo, hablando con una chica que no le veía pues tenía un flequillo por la nariz.

En el bar se reanudó el ruido y todos siguieron a lo suyo. Ni un comentario, nada, solo el camarero se estaba tomando una tila y una copa de anís del mono, con manos temblorosas…

Madre mía qué cosas más raras.

© Javier Sánchez enero de 2024

Buscando una foto de mi abuelo y un tal Terencio.

«No hay nada tan difícil que, buscándolo, no pueda encontrarse“ (o algo así)

(Publio Terencio Africano – Siglo II A.C., por la tarde)

Foto de Terencio en la fiesta de su primo Sergius.

Pues no Terencio, amigo mío, va a ser que no. Llevo tres días buscando un documento que me pide el banco y no lo encuentro por ningún sitio.

Es que voy a pedir un préstamo y entre unas mil documentaciones me piden una fotografía de mi abuelo materno y resulta que no hay manera de encontrarla. He revuelto toda la casa y eso si he encontrado:

-Un interviú de 1989,
-Un Mortadelo, y dos tebeos, pero de los antiguos, osea de los que se titulaban TBO.
-Una bolsa de canicas!! (canicas, no bolas chinas, degenerados)
-Mi cartilla militar, manda cojones no tenia ni idea de donde estaba, con lo que me costó conseguirla, casi dos años de mi vida.
-Un billete de 2000 pesetas!, joder 2000 pesetas, con eso te metías unas fiestas, que te morías, y aun te sobraba pasta.
-Una carta de mi ex novia poniéndome a parir panteras. Por cabrón, según ella.
-Otra de otra novia, Sara, que decía que me buscaba su hermano. Que lo supiera, que estaba muy asustada por mi salud.
-Una nota de mi madre: “Ha estado Roberto, el hermano de Sara. Que te llamará o buscará o algo así, no lo he entendido muy bien»
-Un DIU !!, ¿ Un DIU ? . Coño un DIU !!
-Una foto de una chica y un chico, con unos sombreros negros rarísimos, que no sé quien son.
-Una foto de un antepasado mío, supongo, con una escopeta en las manos. Y cara de mala hostia. (No es mi abuelo)
-Una foto mía con unas gafotas que parecen dos Hubble (el telescopio, es que no sé cómo se escribe).
-Otra foto de mi abuela haciendo pasteles. Que los hacía como los ángeles. No sabían a nada.
-Un anillo de hippy, de cuando tenia mi pelazo hasta los hombros.
-Una cinta de video de una fiesta, que la mitad de la gente que sale no se quien es y yo que llevaba un pedo consolidado que pa que te cuento. Y solo decía que tonterías sobre una tal María.
-Mi primera nomina. La de esclavo, aprendiz de auxiliar administrativo. Tela oye que recuerdos 6000 pesetas netas.

Pero la foto de mi abuelo materno que me pide el banco, no aparece.

Osea que, vamos a ver Terencio, ya hace dos mil años y pico que la roscaste y oye que es muy fácil soltar esa chorrada y pensar que: “Ya en el dos mil y pico me leerán y se lo creerán” y después morirse. Hay que joderse vaya iluminado.

©Javier Sanchez noviembre de 2023

Hoy he viajado a mis 16 años, con esta canción.

Con 16 años, en el verano del 76, cuando me enamoraba cada mañana y cada tarde. Cuando mi sangre bullía como una caldera. Llegó aquella tarde, aquel dia, en el que María, que ya me volvía loco, desde hacia mucho tiempo, el tiempo que descubrimos que ya no éramos aquellos niños, aquellos enanos, que desde los cinco años saltaban juntos, vivíamos cada día juntos, éramos nosotros y los demás.

Con 16 años los amores atraviesan las puertas y los muros de los castillos, te invaden como un virus cada día y no te sueltan, para nada y por nada. Pero sucedió algo que nos descolocó. María, se fue de vacaciones, y esta vez sola, y yo, Javier, no la acompañaba, yo no estaba acostumbrado a ello, pues desde que tenía conocimiento, siempre habiamos estado juntos, siempre, siempre, día a dia.

Y ahora que María era, para mí, María, con mayúsculas, se me fue, de veraneo con sus padres, de junio a septiembre. Mi mundo se hundió, como una catarata de barro. Ya os he hablado mucho de María. Mi verdadero amor, el único que ha sobrevivido toda mi vida.

Y no es broma pues, hoy, estaba en la cocina y en la radio apareció está canción, os prometo que se me han caído las lágrimas y el estómago se me ha salido por la boca. He recordado, con una claridad absoluta, aquel verano, aquel «hasta la vuelta cariño», llorando y aquella cancion, aquella maldita y preciosa canción, que sonaba a todas horas.

Os aseguro que fue el verano más solitario y triste de mi vida. No se, a lo mejor os parece una tontería, y es que es difícil de explicar lo que se siente con 16 años, y tu alma, tú todo se te va. Es, todavía hoy, un sentimiento doloroso, cuasi inexplicable.

Poneros en mi lugar, viajad a los 16 años o, no sé, a cualquier edad, pensad en aquella persona que revolucionó vuestra alma, vuestro mundo, pero de una manera encantadoramente salvaje. Y que, de pronto, os deja solos. Terrible a los 16 y a cualquier edad.

¿No?

Y suena está canción.

P.D. Si no podéis escuchar la canción en móvil ir a PC. Nombre de la canción

«Torneró»

© Javier Sánchez noviembre de 2023

Mi visita a la loquera.

Esta mañana tenia visita con la psiquiatra. Por prescripción de mi médico de cabecera, es que me tienen que operar del estómago para prevenir ciertas posteriores graves enfemedades Ojo, eso me ha dicho el médico, yo no sé qué tiene que ver el estómago con que me consideren un zumbado de título, pero bueno, él sabe más que yo.

Pues eso a las 8 de la mañana hora zulú, que por cierto, a esa hora no soy persona, a otras tampoco, pero a esas menos, soy como un ectoplasma mareado, como un político trabajando. No veo, no siento, no hablo, no nada. Soy la nada absoluta.
Pero es que debía de ir porque si perdia la visita me la aplazarian hasta mediados de 2024 más o menos. Pues he ido.

He llegado a la consulta a las 7.50 y ya había cuatro personas reales más cuatro surrealistas, por qué las cuatro hablaban con su amigo invisible, vaya tela. Hice un scaner de visión de sala y al fondo había otra persona (contabilizadas 5 reales), varón, metro setenta y cuatro, unos 82 kilos 360 gramos, pelo castaño a mechas, caucásico, que no se lo que es pero en las pelis lo dicen mucho los maderos americanos, en lugar de decir que no es negro, así quedan mejor. El pavo tenia cara de asesino en serie, todo trajeado, corbata de seda natural… de Cuenca, camisa del Zara, cartera de piel de serpiente africana bizca, totalmente tieso y haciendo posturas extrañas cada 35 segundos exactamente y mirando el reloj cada vez que cambiaba de postura. Joder que tío más raro.
– Buenos días. – dije con mi exquisita educación de colegios de pago. No es que venga de familia con dinero pero les llamo así porque eran los colegios que tenía que pagar para que los delincuentes del barrio no me pegaran, robaran y todo lo que termina en “aran». Nota informativa social: Esos colegios fueron los precursores de los colegios de pago para la gente rica.

Bueno pues todos contestaron, los cuatro a la vez, menos el del traje…
– Buenos días..!!!! Eeeehh!! Holiii !!!
El trajeado, me miró y me dijo..
– Buenos días tenga vuesa merced y que dios le bendiga por muchos años.
– Buenos días señor, gra.. gracias… Joder vaya elemento da miedo. Yo no creo que yo este igual, porque aquello de creerme Paul Mccartney ya se me pasó hace tiempo con la medicación, he pasando a creer que soy Mike Jager y ya estoy más mejor, aunque me siento mayor y cadavérico, pero mola más.

Pues oyes, que después de esperar más de una hora y tres minutos, viendo salir y entrar a todos los personajes, los ocho o diez y por último al caballero trajeado quedó la sala en silencio… Me estaba durmiendo, yo y mi culo, joder los duras que son estas silla de madera, por un momento cerré los ojos y creo que me dormi. De repente salió la psiquiatra y me despertó con un grito…
– Javier Sánchez.!!!!
–Hoooooostiaaaaas.!! Yo doctora, yo.- por Dios, casi me da un infarto.
– Pase.!!!!
Pero será idiota… Pero porqué grita…
– Por qué grita doctora.
– Que? Ah, que grito.!!!???
– Si coño, que la confindencialidad se va a la mierda.!!!
– Ay perdona, que no me he quitado los tapones, es que hay pacientes que vaya tela. No los aguanto, la verdad es que no aguanto a nadie, es desesperante, es que arrastró una depresion con eso de ser un Hobbit que… Bla, bla, bla…
Madre del amor hermoso, desconecté, me quede ojiplatico. Esta tía está más loca que yo. Y… oye, pero que cabrona, los recibe con tapones en las orejas, hay que joderse, así están todos como un rebaño de cabras y ella más todavía. Y ella seguía con su rollo…
– … Y eso que mi prima María Juana Jennifer, me dijo que yo no podía ser un Hobbit porque ella los conocía muy bien, me dijo que ella si era realmente un Hobbit, no yo y… Bueno, dime José Carlos..
– Mal empezamos doctora, mi nombre es Javier Ssnchez, número de la seguridad social 06/9632885234587698383
– Vale, Javier, pues cuéntame…

Le conté toda mi historia, triste y desoladora como un bocadillo de pan rallado y tofu. También le conté lo de que soy asesino en serie, pero en serie de las malas, de esas de ocho mil capítulos. Tambien mi mania de estafar y robar a la gente sin miramientos. Ah y lo de robar en el Mercadona, mira llámame raro pero solo robo allí, voy al Carrefour y allí no robo, allí me da por cambiar las cosas de sitio.
Me dijo muy seria:
– Mira Miguel, eso es el síndrome del político escondido, “occultus politicus»
– Me llamo Javier doctora y es que también me sucede que, tiemblo cuando veo a un perro orinando y bla, bla, bla…
Bueno, pues después de casi una hora de cascar y ella tomando notas, o eso creo, porque hubo una rato que no se movía y se quedó mirando el libreto de notas, estoy seguro que se apretó un cabezazo somnoliento peligrosamente desnucante, osea que no me escuchaba, de pronto se ha movido y me ha dicho.:
– El único modo de conseguir la verdadera paz interior y alcanzar la felicidad es acabar con todo lo que tengas pendiente o a medias. No debe de quedar nada. Debes de reiniciar tu vida. ¿¿Vale José Luis ??
Yo Le contesté.
– Eso lo has sacado de una galleta de esas de los chinos. Al tal José Luis que me dices no se si le parecerá bien. A mi no y no te voy a hacer el caso que me has hecho tú, vamos que ninguno. Pero lo dejamos aquí… No tengo ganas de discutir. Pero bueno como soy bipolar, te haré caso y terminaré mis asuntos pendientes.
– Muy bien Eleuterio, así se te irá esa manía de hablar con la tele.
– Oiga ¿usted a contemplado lo de ingresar en un psiquiátrico? Me llamo Javier y yo no hago eso de la tele, yo hablo con la radio y…
– Ah si, si, si, perdona Javier. Bueno te recetó Paracetamol y haz lo que te salga de las narices. Yo me quiero ir a mi casa en la comarca.

Madre de Dios cada día está peor esta mujer, recuerdo que una vez me dijo de ir a hacer yoga que fue cuando le pasó lo del folio que se rajo un ojo, de ahí el parche.
(Los que leéis mi blog sabréis lo de mi tropiezo en unas clases de yoga)

Bueno que me piro.
– Hala doctora, con Dios, que le vaya bien.
– Adiós Jesús Francisco…
– Madre de Dios como está la tía…

Bueno, así que cuando llegue a casa, hice lo que tenía pendiente. Me fui a dormir, que esto no son horas de danzar por la calle. Que vergüenza un tío en paro como yo yendo al psiquiatra, yo que he sido escritor de libros y poemas. Desde hace 40 años que público libros en Amazon. No he vendido ni uno, pero los he escrito y eso cuenta, lo escribo con seudónimo Eteban Rey, pero vamos, que me da igual que los compréis o no. Que pena oyes, me voy a dormir que mañana he de ir a ver obras, no cuadros de esos modernos pintados con una fregona que son una mierda, obras de construcción, mira me relaja ver cómo los obreros se desloman en el bar…

Y así son mis mañanas de loquero y de jubilado con ganas. Ya os contaré, o no, no sé. La verdad es que no sé a qué viene esto de contactos tonterías, pero s que me aburro.


© Javier Sánchez noviembre de 2023

Dos días de febrero

Un día te darás cuenta de que estás solo, o sola, todo ello después de llenarte la boca, durante mucho tiempo, de tanta tontería, de «que bien que estoy con mi soledad» «que bonita mi soledad iluminadora que alumbra mi camino verde que va a la ermita» Siendo congénere de una raza que, por naturaleza, le gusta estar unida desde sus tempranos albores.

(Joder que bonito me ha quedao)

Y será ese aciago dia, el día que te des cuenta de la autentica soledad, de la realidad abrumadora. Será cuando llegue el momento de cambiar y/o poner la funda al edredón. Se te revelará el misterio y te darás cuenta de que tú solo no puedes contra la vida, que así es una pelea infinita. 

Yo mismo estuve dos días con sus noches dentro de la funda de mi edredon, después de que en otro aciago día se me ocurrió la luminosa idea de:

– Mira oye, voy a lavar el edredón y la funda. 

Todo empezó mal, las señales. El edredón no cabía en la lavadora, la funda si y me dije:

– Pufff, ahora no bajo a la lavandería, me da mucho palo. Coger el edredón meterlo en un bolsa e ir a la lavandería…

La lavandería es un local que esta en mi mismo edificio, pero es que soy muy vago.

Pues nada, que lavé la funda y se secó al solete de febrero en Barcelona, o sea que tardó unos 6 días en ello, es que en mi tierra en invierno hace frío y muchísima humedad, en verano calor asfixiante y muchísima humedad. En mi ciudad solo hace que humedad de enero a diciembre. Calor y frío, gente rara y yo.

Os puedo decir que en verano cuando me ducho, que son los días pares de cada semana, al salir me seco con la toalla y al salir a la calle, sigo mojado. He ahí uno de los misterios divinos de mi ciudad, Barcelona.

¿Que os estaba contando?

Ah sí, lo de la funda del edredón. Pues aquel 8 de febrero me puse manos a la obra, recogí la funda del edredón y me situé delante de la cama y le dije con media sonrisa:

-No podrás conmigo, me han dicho que es difícil pero para mí no, tengo una inteligencia superior a la media. No sé cuál es la media, pero si se que es superior.

Eché la funda encima de la cama y cogí el edredón nórdico último modelo para meterlo dentro de la misma. Cogí el edredón con ambas manos y uní ambas puntas en una mano para poder introducirlo por la pequeña abertura en la funda. Metí la parte del edredón que tenía en la mano, mientras iba metiendo el brazo para abrirlo ya dentro y que todo él entrara. Pero va a ser que no. Ya con los brazos dentro, me quedaba la mitad del edredón fuera, saqué los brazos y empuje despacio lo que quedaba, pero vamos quedaba hecho una boñiga. Intenté igualarlo pero era demasiado grande y se me descolocaba, hasta hubo un momento que en uno de los meneos se salió parte del edredón de la funda. No había manera, dos horas llevaba peleándome con el putisimo edredón y la puñetera funda.

Me calmé y pensé: ¿Y si cojo el edredón y me meto dentro con el? así como de pie y extiendo los brazos, por gravedad caerá la finda perfectamente. Dicho y hecho, pues no, no sucedió tal y como lo había planteado, me quede dentro de la funda con los brazos abiertos y la media superior del edredón que me caía en toda cara, la funda a su rollo toda corrida a un lado y envolviéndo todo mi cuerpo hasta los pies.

Así de pie estuve 20 minutos llorando, todo envuelto en el edredón y su maldita funda. Cometí el error de moverme y pise la funda, perdi el equilibrio y caí encima de la cama, acto seguido comencé a intentar liberarme de aquella pesadilla y cada vez que me movía aquella trampa se me enredaba más, al final ya extenuado comencé a pedir socorro y, como es normal en mi ciudad, nadie te hace caso, al rato de pedir socorro, auxilio y cantar una canción de ACDC a grito palao me dormí envuelto en aquel abrazo ropero. Maldita la hora que se me ocurrió lavar la maldita funda del maldito edredón.

Desperté, ya había luz solar, eran las 14 h del día siguiente, había dormido casi 12 horas, sería por la falta de oxígeno. Me puse al trabajo, a volver a intentar liberarme de aquella pesadilla.

Sonaba el móvil, sería del curro para saber si estaba bien o no. Más que nada para si era el caso de que estaba mal despedirme y coger a otra persona a mitad de precio. Seguí peleándome dentro del la funda, se me habían enredado los pies y ya no había manera de poder moverme. Aun así, allí sufriendo me vino a la cabeza que mi hermana vendría por la tarde a traer a mi sobrino. Menos mal, solo tendría que esperar unas horas a que ella viniera. Sonó el fijo y salto el contestador:

-Nene, te he llamado al móvil, pero no lo coges, era para decirte que esta tarde no te llevo al crío que está con fiebre. Luego te llamo.

Grité:

-Me cago en todo!!! Que mala suerte que tengo.

El edredón cada hora me oprimía más, ya me estaba acojonando por el miedo a la muerte inminente. Se puso a llover. Unos truenos del fin del mundo. Llore de nuevo y me quede dormido de nuevo, pensé , que sólo estoy. Desperté a las 18h alguien me tocaba la cabeza.

-Javier!! Javier!! Estás bien? Que haces ahí???

Era mi hermana, que decidió ir a verme al ver que no contestaba. 

Comencé a llorar.

– Silvia!!! Sacame de aquí!!

– Pero que haces? Estas tonto?

– Mira que me he liado con el puto edredón y la maldita funda, sacame que me ahogo.

Oía como mi hermana se reía a carcajadas, yo lloraba, y ella, cada vez que yo lloraba, reía más.

Mi hermana me sacó de aquel infierno constrictor y le dije a mi hermana.

– Silvia, aquello que te dije de la soledad iluminadora y todo aquel rollo, ni caso, hazlo todo acompañada, llevo aquí enterrado en el puto edredón dos días.

Mi hermana se cayó de la cama de la risa.

–  Desde ayer???!!! Jajajajajaja . Tu y el famoso «que bien estoy solo» ayyy que me meo. Te lo dije!!

Que deterioro de vida la mía.

© Javier Sánchez septiembre 2023

En la habitación del hospital, de visita a mi tío.

Os quería contar que esta mañana he ido al hospital de «La poca Esperanza», pues mi tío segundo por parte de mi hermanastro por parte de padre, Antonio Carlos Sánchez de la Loma, se llama el tío, camionero de profesión, está muy malito, tuvo una «crisis gravís de pitiriasis por trauma», vamos que tuvo un ataque grave de caspa pero de la grave oyes y ahora está en coma inducido, intubado y con respiración asistida, como la dirección de los coches. Y os preguntareis. ¿Cómo puede estar en coma por eso?

Pues sucedió que mi tío postizo iba por la Avenida Diagonal de Barcelona conduciendo su camión y de repente por su derecha le rebaso un tío con un ala delta y se metió una leche con otro que iba cruzando la calle y no le dio tiempo a frenar y se metió una leche con otro camión, del golpe se le cayó toda la caspa acumulada del día y padeció hipoxia y eso que se lo llevaron al hospital y aquí está. Y no sabemos más pues los maderos no pudieron terminar el parte del siniestro porque se les acabo la tinta del bolígrafo (a los dos que iban en la patrulla) y estuvieron mucho rato mirando todo detenidamente para acordarse luego, pero creo que no lo sabremos nunca.

Y yo estaba sentado en una esquina de la habitación, al lado de otro señor que le había atropellado un ala delta, en Avenida de la Diagonal de Barcelona ¡Un ala delta en la Av. Diagonal de Barcelona! que ya tiene cojones, tienes que ser un gafe que te mueres, nunca mejor dicho. Pues el hombre tiene rotas las dos piernas, los brazos, tres costillas, la mano derecha y un arañazo en la cara, dice su compañera que es lo que más le duele, el arañazo, yo alucino con el pavo este. Vamos, oye, un gafe de libro. Mala suerte sí que tiene. Bueno, si lo piensas bien, todo lo malo que tiene es que salió rebotado y le pasó por encima dos camiones y una bicicleta, la bicicleta es la que más le lesiono pues la llevaba un tío de metro noventa y ciento sesenta kilos de peso y con el cable del freno de la bici le araño toda la cara. Es lo que tiene ser gafe.

Mi primo postizo en un momento dado me dijo que iba a un recado al bar, vamos que se piraba de allí que estaba hasta los mismísimos, es lo que tiene, los familiares en coma no tienen mucha conversación y que si me podía quedar un rato con él. Por supuesto le dije que sí, soy una persona muy amable y simpática a pesar de ser un asesino en serie. Pues allí estaba yo, sentado en un sofá revienta culos del hospital, vigilando a mi familiar…, bueno vigilar lo que es vigilar no estaba vigilando, la verdad es que estaba jugando con el móvil al tetris y oyes, que me he quedado sin batería.

-Joder, lo que me faltaba.

Me he puesto a buscar un enchufe y después de un rato he visto uno, que creo que estaba la tele enchufada, pero como estaba apagada, he pensado, oyes pues de igual, uno está en coma y el otro no se entera de nada y lo he quitado y acto seguido he conectado el móvil, he seguido jugando al FIFA 2001 y a los diez minutos el gafe ha empezado a respirar mal, oye que mal rollo, a ver si se va a morir aquí, a mí me da algo con lo aprensivo que soy. Y a cada minuto iba a peor. La mujer llorando, el niño llorando, mi tío llorando y eso que estaba en coma, el técnico de las lavadoras que pasaba por allí también llorando y un señor vestido de negro, que estaba en la otra esquina de la habitación, que no había visto hasta ahora, con una capucha y una guadaña, también llorando… y de pronto ha entrado la enfermera corriendo.

-¿Qué pasa? ¿Qué pasa? Ayyy madre mia que no respira. ¡Pero bueno, quien ha desenchufado la máquina para respiración asistida!

¡Hostias! Mi inteligencia superior a la media se dio cuenta que el gilipollas había sido yo. Rápidamente, quité el cable de mi teléfono y lo he intentado tirarlo por la ventana, pero en los putos hospitales de este país no las abren jamás y ha caído encima de la cara del gafe. La enfermera ha dicho:

-Pero mira, pero bueno, pero si es un cable de cargar móvil!! Es que no me lo puedo creer

Y le he dicho:

-Hay que joderse la gente es que no mira nada, pobre hombre. Con lo bien que estaba, con su tubo,  sus yesos y  su todo, es que no somos nada.

La persona de negro se estaba meando de risa y me ha dado una tarjeta y me ha dicho.

– Llámame, haremos negocio.

– ¿Qué?, Vale. Bueno oiga, que eso señora, que no sea nada, que sea una horita corta si eso, que me voy a hacer pipi… y a hora vengo si eso, Joder, joder, joder.

© Javier Sánchez febrero de 2023

El «reloj»

Me han regalado un reloj inteligente de esos conocidos como smartreloj para deportistas, gente de negocios y gente rara de esas. Me lo ha regalado mi amigo José Jacinto Lavinia, que se dedica a diseñar y programar estos artilugios modernos, este modelo se llama «Sarcastic Watch» y pertenwce a una línea de relojes llamada «Sarcastic clock for lazy people», no sé qué significa pero como ahora le ponen a todo nombres en inglés para vender más caro… Pero me encanta el modelo (sobre todo porque es gratis) y oye que, según el libro de 387 páginas, hace de todo. Controla el ritmo cardiaco, tensión arterial, agenda, despertador, tiene conexión a todas las redes habidas y por haber, se conecta a mi móvil, a la tele, controla las calorías que consumes, también controla las que cagas, lo que andas, el tiempo que estás en reposo, lo que no veo es donde está lo de la hora pero el «reloj» está muy bien.

Mi amigo me ha dicho que lo ha programado exclusivamente para «moi» Ole, olé. Estoy muy contento porque nunca me han regalado nada, ni me ha tocado la lotería ni nada de eso y me lo he puesto de inmediato para ver como me queda, qué hace y que sorpresas me trae.

Bueno pues nada, de momento, ya para empezar llevo tres horas y veinte minutos para configurarlo y he conseguido poner la alarma que a partir de hoy sonará a las 5.15 am y será para siempre porque no se quitarlo y ponerlo a las 8 am que es cuando tengo que levantarme para ir a trabajar. He configurado el calendario, que me he equivocado y he puesto uno raro que pone que estamos en el año 5783, yo alucino debí de haber puesto modo Blade runner o algo así.
Aunque me he dado cuenta que he puesto el calendario Judío, me cago en todo.
He pasado a la sección de «Health» y ahí ya ha sido el colmo, madre del amor hermoso, vaya follón de parámetros que me pide:
«Ahora vamos a configurar parámetros para controlar su salud»

Nombre y apellidos, peso, altura, anchura, si me falta algún miembro, si estoy operado de fimosis, la edad, la edad de verdad, si hago deporte o no, si tengo dinero, cual es mi sueldo, si mi padre era calvo, color de ojos de mi abuelo, si mi madre es abogada, si he matado a alguien, distancia que recorro cada día, cual es mi meta en pasos y en la vida, no sé oye una cantidad de datos que para que te cuanto Mari Carmen.
Y al final me indicaba:
«Seleccionar nivel de sarcasmo»
Hostias!! Eso me ha dejado anonadado pero como soy muy curioso and chafardero le he puesto el máximo, el nivel 5.
Y ya terminando me ha dado el OK y un mensaje
«Final de la configuración, te ha costado ¿Eh?, Madre mía qué torpe»

Me he reído, pero me he dicho para mis interiores de adentro: : «Mira que gracioso el cabrón del reloj»

Pues nada he continuado con mi vida habitual con mu super peluco en la muñeca, me he preparado la comida y me he sentado en el sillón de la sala para comer viendo la tele.

Me he cocinado una papas fritas unas croquetas y un café con sacarina.
Mensaje del reloj.
«Cuidado que lo sano no mata, ya te vale colega y sacarina después de las papas y las croquetas, muy coherente»
Me he quedado un poco cortado pero vamos que me he comido las papas y las croquetas.
Mensaje del reloj.
«Has dado 19 pasos en tres horas, ojo al dato, cuidado no vayas a tropezar»

Será cabrón el puto teléfono lo que me controla. Después del agape me he puesto una película alemana de esas que sirven para dormir y me he dicho:
Media horita y me levanto.

Joder, casi era de noche, me he planchado la oreja 2 horas y cuarto. Me ha costado 20 minutos conectar las dos o tres neuronas que me quedan. Seguidamente he hecho el gesto de levantarme.

Mensaje del reloj.
«¿Te vas a levantar? Cuidado que ya estás mayor no te vayas a marear»

Y aquí, he cometido mi primer error, he comenzado a entablar conversación  con el reloj.
-Si que pasa, voy a mear que hace horas que no meo.
Mensaje del reloj.
«Claro, claro, así estás, retienes más líquidos que la presa de Asuán»
-Vete a la mierda cabrón.
Ya en el baño pues me he dispuesto a orinar.
Mensaje del reloj.
«Jajajajajaa, eso que es ¿Un anacardo?»
– Serás asqueroso, pero bueno un poco de intimidad joder.
– Mensaje del reloj:
«Que intimidad idiota si me llevas en la muñeca»
– Bufff por dios…
Me he callado para no seguirle la corriente al aparato.
En eso que me ha llamado mi amiga del alma Sian, para ver qué hago, etc. Le he dicho que iba a bajar al super a comprar y que luego quedábamos para tomar algo.

Mensaje del reloj:
«Al super, ohhhh! ojo no te rompas, que está a 50 metros, mejor llama que te lo traigan o llévate el oxígeno»
– Voy a comprar al sitio más cerca idiota.
Mensaje del reloj:
«Sian si que vale, hace deporte y está en forma, no como tú»
– Oye déjame tranquilo, que he de hacer cosas. Voy a tomarme un cortado antes de bajar.
Mensaje del reloj:
«Eso, ojo no te vayas a desmayar por el camino…y cargado de café que tienes la tensión que parece un marcador de un partido de baloncesto»
– Si, si si si.  Que te calles.
Ma cago el la madre que parió al puto reloj, deje el cortado sin tomar, cogí el carro de la compra y me diriji al super.

Al entrar en el super saludé a las y los cajeros de siempre.
-Hola chicas y chicos que tal va hoy?
-Bien Javier aquí trabajando.
Mensaje del reloj:
«Hola chicas y chicossss soy el smart reloj del zampabollos este»
– La madre que te parió callate ya o te meto en la máquina de cortar pan.

Fui directo a la zona de verduras y frutas y pasé de largo y directo a las galletas y pastelería.
Mensaje del reloj:
«Lo sabía zampabollos»
– Hola Rita ponme medio kilo de magdalenas de chocolate y…
Mensaje del reloj
”Esooo tragapuertas, pide un kilito más de pasteles de crema pastelera, que te irá muy bien»
– Vete a la mierda
– Javier – me dijo Rita – un poco de respeto coño.
– Perdón, perdón, perdón no es a ti es que llevo los auriculares y estoy hablando con un amigo…
Mensaje del reloj
«Tienes el pulso muy acelerado, pareces un perro en agosto, siéntate y respira hondo»
– Eres tú qué me pones de los nervios y donde coño me siento si esto es un super, no hay sillas… Joder, me estoy poniendo malo.
Voy a comprar verduras y me voy para casa algo malo me pasa…

Mensaje del reloj
«Ahora tu pulso es normal comparado con una ameba y la tensión ahora la tienes baja, que deterioro de ser»
Ni caso. No le hice ni caso. Compre verduras y doce cervezas y ya para casa, estaba muy mareado.
Al rato llegue a casa.
– Buff, estoy agotado…

Mensaje del reloj
«Agotado? hoy has dado 150 pasos, voy a llamar a una ambulancia por si acaso»
Porfavor que agonía de trasto y que no se calla. Voy a sentarme un rato.

Mensaje del reloj.
«Si.si,si,si. Siéntate no te vaya a dar algo»
Ya no aguanto más voy a llamar a José…
– José mira que te digo: el reloj cabrón este no lo quiero, es una mierda, no aguanto más. Vienes a buscarlo o lo tiro por la ventana.
– Jajajajajaja veo que he hecho bien el programa. Bajalo al uno el nivel de sarcasmo o al cero. Seguro que como eres un chafardero y no has leído el libro lo has puesto al cinco.
– Vete a la mierda mierdisima José Jacinto.
Mensaje del reloj:
«ojo no te alteres, ya tienes el pulso alto»
– Bufff que hijo de puta de cacharro…

Moraleja, bonito barrio de Madrid, pero no os compréis relojes raros. Los relojes son para que veas la hora y nada más.

Mensaje del reloj:
Por dios que moraleja más «original»


© Javier Sánchez enero de 2023

Mi amigo el de la cerveza artesana.



Tengo un amigo, es muy amigo y todo lo que es de amigo lo es de totalmente plasta y monotemático. Aunque esta a punto de pasar al nivel inferior de “amigo de los muy plastas” al nivel ”a punto de enviarlo a la mierda”. Él fabrica cerveza casera o artesana y la verdad es que me tiene hasta los mismísimos figuliyos. Mi amigo se llama Musgo, me explico, realmente antes se llamaba Leoncio Carlos, pero se ha convertido al perro flautismo y el atontao se ha cambiado el nombre. Su compañera (llevan casados por la iglesia ultracatolica 15 años), no le puedo llamar su mujer ni a él su marido, pues pillan unos mosqueos que pa’que te cuento. Bueno pues ella se llama Caléndula, manda cojones. No os digo los nombres de los niños porque son menores todavía. Emmm, por cierto, ella se llamaba Isidora Dolores de los Santos. Pero oye, que es mi amigo y ella también, bueno ella menos, porque no me puede ni ver, pero también lo es, aunque ella no los sepa. Mira que bonito para el titulo de mi próximo poema.

Pues eso oye, que cada vez que voy a su casa, arrastrado por la calle por mi compañera, Laura, que tira de mi como si fuera un perro cabreado y voy agarrándome a las farolas y fingiendo infartos para no ir, de verdad que lo paso muy mal y contra mas mayor me hago, que voy perdiendo el filtro educacional y diplomático pues peor.

Pues nada que llegamos a la casa, y nada más abrir un pestazo a patxuli y a sándalo que se te revuelven las tripas. Allí en la casa hay de toda clase de gente invitada, perro flautas, carnívoros, veganos, omnívoros, runners (anteriormente tontolchandal, pero ahora con pasta), un heavy, unos cuantos influencers y demás fauna al borde de la extinción, por mi o de manera natural. Pero sobre todo hay de todos estos que he nombrado, que son buena gente oye pero no les entiendo, perro flautas anti todo, pero con todo (ojo a la frase que esto lo veremos mas adelante, o no, aunque lo mismo me olvido). Aviso que este capitulo es largo como una meada en una cuesta o bajada, depende donde estés es cuesta o bajada, eso es de primero de filosofía. Bueno ya me entendéis. Explicado es más caro.

Pues después de un abrazo y un como estas, el tío (sin preguntarme que tal estoy) me explica cómo  ha hecho el envasado de la puta cerveza, cosa que ya me contó el mes pasado y el anterior, que no me molestaría, pero si fuera un poco selectivo, es que me lo cuenta todo desde que compra la cebada, la tostada, la semi tostada, la ecológica (¿?), esto ultimo no lo he pillado de las cien veces que me lo ha explicado, ¿las otras cebadas son de plástico? Bueno que me lo cuenta todo y encima después de todo el monologo de tres cuartos de hora (45 minutos para los que ven Tele 5) de lo buena que es la cerveza artesana, llega el sublime momento de que la tengo que probar.

Música de película de terror, por ejemplo la de “psicosis”, ponedle imaginación. No hay salida, el tío, en pleno mes de agosto me da una cerveza de las que tiene en la habitación de fermentar (¿?), una habitación que tiene en un rincón de la casa, que hace un calor espantoso, parece una panadería incendiada, me trae un botellín lleno de polvo o más claramente mierda, caliente como un bollo recién salido del horno, la abro con una abridor ecológico, de madera y le pegó un sorbo, oye que me entran unas arcadas que me quiero morir de un ataque de caspa pernicioso. Y me dice:
-¿A que está bien así? Así, de temperatura ambiente se perciben más los sabores y el bouquet que te deja en el paladar y en fondo.
-Madre mía, me va a dar algo, entre el calor que hace aquí y los inventos del asesino gastronómico este, voy a morir como un esquimal en el Sahara en una mala tarde se sol.

Pues después de la cata de diferentes birras con fondo de albahaca de la Antártida y manzana del norte del Serengueti y después de tomarme tres antiácidos y un poco de yeso de las paredes se acerca el evento perroflautero de la barbacoa, «barbakiu» que dice esta gente, que manía con darle a todo acento y/o pronunciación inglesa. Madre del amor hermoso y todo ello… con cervezas artesanas.
-Chicos – dijo Musgo – todo es de kilometro 0, ecológico y todo es artesano.
Joder, yo con el calor que hacía, quería morirme; kilometro 0 dice, eso es que lo ha ido a comprar al supermarket que esta aquí a 100 metros y ya por ello le llama km 0. Ojo que también ha sacado dos hamburguesas veganas. Algo que no entiendo ni entenderé nunca. Me he acercado y sutilmente le he dicho a la oreja “Oye que el Tribunal de la Haya ha prohibido llamar hamburguesas a los vegetales aplastaos que has sacado”. Se ha reído y ha pasado de mí. Caléndula, (Isidora) su mujer, me ha mirado en modo “Katana que te parto por la mitad”

De reojo, es que cuando estoy en casa de Musgo he de estar alerta como si fuera un ninja petao de coca, he visto que traía una caja llena de cervezas (artesanas), esta vez frías, pero vamos que estarán igual de malas, pero por lo menos estarán frías. Joder, estoy mas agobiado que un girasol en una cueva, mi rápida mente de abogado mafioso huido de la justicia ha actuado de manera automática. No me ha quedado más remedio que decirle que me he convertido al musulmanismo. Y le digo:
-Allahu Manzil – y él me dice.
-Será Allahu Akbar o algo así.
-No es que soy de la rama fundamentalista inmobiliaria del musulmanismo en si mismo, por ello lo de manzil, que significa casa en…
El atontao ya había desconectado y estaba hablando de sus putas cervezas con unos runners que había por allí, oye que estaban saltando y ¡estirando y todo!, piernas, codos, hombros, etc., esta gente no esta bien… Ha vuelto Musgo y me pilla a traición, mi instinto ninja no ha funcionado otra vez, tal vez por que me estaba comiendo un trozo de fuet que me he traído a escondidas de casa y andaba distraído masticando con deleite semejante delicatesen. Joder, me vuelve a dar una nueva botella de cerveza, esta vez es una botella limpia y muy fría, eso si, con la etiqueta de una vaca meando con una etiqueta que ponía Poisonous Beer”.. Mira me ha hecho gracia lo de la vaca, lo de poissonus no tanto. He pensado para mis adentros interiores le voy a dar una oportunidad al pavo cervecero, amigo de toda la vida.
– Mira Javi, esta es sabor a maracuyá y fresas con fondo de mostaza y heno.
Joder, joder, joder, ya me ha matao. Por el amor de Allah, esto debe de estar asqueroso a más no poder. He bebido un poco, ¡¡hostias!! Y le he espetado (esta palabra, espetado, la he aprendido hoy)
-Tío te soy sincero o con cero, me da igual, esto es una mierda. Para limpiar cafeteras debe de ser muy buena, o para cocinar culebras de charca, pero para beber en pleno mes de agosto a 35 grados a la sombra, que por cierto ya podías haber puesto alguna sombrilla colega, pero vamos que la cerveza es una mierda… Además tengo ganas de matarte pesao, que eres un pesao. He dicho esto porque Musgo ya se había ido y estaba hablando con un perroflauta y un Heavy, un heavy que es vegano, antisistema y lo peor e incongruente, concejal de VOX (partido español y muy español de la ultra derecha mas rancia de la historia de este país). Vamos no me jodas. Por cierto lo del Heavy bebiendo esta mierda no lo pillo. Luego se lo pregunto.

Dos horas, dos, de comer ensaladas, tofu, tofu ahumado, tofu con sales del Himalaya (hacendado) y demás cosas extrañas. Me he zampado el fuet, así a secas, pues tampoco hay pan, el pan no les gusta, me dice Caléndula que engorda y que me lo tengo que mirar que estoy fondón. Será idiota la floripondia que parece la radiografía de un silbido, si estoy fondon y que, ya me moriré pero no de hambre.

La fiesta continuó con la entrada de unos Hare Krishna Heavys. Yo no daba crédito a lo que estaba viviendo, mi amigo creo que había sido abducido por una secta de extraterrestres de Andrómeda o algo así.
Era surrealista ver a los Hare tocando con las guitarra raras esas y los cascabeles la «Highway to hell» de ACDC. Ojo y todos los invitados bailando como en trance y los Runners calentando también.
No pude más, me acerqué a mi compañera Laura, que me asusto por qué estaba bailando también y le dije:

– Cariño o nos vamos o me llevan a Alcalá Meco porque voy a cometer algo impensable y creo que me va a dar un ataque de algo.
– Tranquilo cariño, nos vamos, que he oído comentar a tu amigo que, como sorpresa de la noche, iba a sacar champán casero que es su nuevo proyecto. Te prometo que no te traigo más aquí.
– Madre del amor hermoso, vámonos de aquí. ¡Musgooooo! ¡¡¡Que nos vamos que Laura a roto aguas!!!
– ah! ¿Esta embarazada?. Pues tengo unas infusiones del Naranjo de Bulnes buenísima para el dolor. Espera que voy a buscarla….

No le dimos tiempo, saltamos por la ventana, como en la películas rompiendo los cristales. Caléndula nos gritaba algo, pero con la música de los Hare Chrisna ACDC no la oímos.

Pasamos mucho miedo. No hemos vuelto más a aquel antro extraño.


© Javier Sánchez diciembre de 2022

Después del covid. Una historia personal.

En marzo de este año me contagie de Covid 19, el bicho cabrón y asesino, creado por la madre naturaleza o por la naturaleza cabrona del ser humano, que se pasa la vida haciendo el gilipollas jugando a ser Dios o por simple maldad, que por cierto, es algo intrínseco en estos que nos hacemos llamar seres humanos.

Pasada la infección, enfermedad, tos, fríos, fiebre, falta de aire, gastritis obnubilación total de mi cabeza, ya de por sí un poco tocada ya, me quedaron secuelas. Si, secuelas, que he ido arrastrando durante meses, e iban in crescendo, día sí y día no. Hasta estos dos últimos meses, es que me estaban literalmente hundiendo.

Me levanto agotado y vuelvo a casa agotado. No duermo bien. En estos dos últimos meses, la falta de aire ha ido aumentando, incluso al hablar, al dar cuatro pasos, los episodios de dolor articular porque si, sin venir a cuento. La ralentización cognitiva, algo que ealmente noto, me cuesta localizar palabras, me cuesta escribir. Lo peor es la astenia constante, la falta de apetito, comiendo a deshoras y viendo cómo caigo en una depresión o dejadez causada por el estado físico y ya psíquico que no puedo recuperar. Es muy duro, los que lo padecen lo saben. La otra cara de la moneda son los que no lo padecen y que piensan (no todos evidentemente) que estás haciendo un drama de algo que no existe (¿?), Lo he tenido que oír. Y realmente lo es, es un drama.

Bueno todo ello hasta que llegó el día que no podía más y me dirigí a mi médico de cabecera, el cual, viendo mi estado, directamente me derivo a urgencias del Hospital. Allí llegué con una oximetria de 89 -90 persistente y la sensación de ahogo sumándole el cansancio terrible. Allí me quedé toda la noche, análisis, radiografías, etc, el pack completo. Noche de ronda en un box de urgencias, con la espalda hecha una pena pues las camas la verdad son muy incómodas, están hechas para faquires masoquistas.

A las 6 de la mañana después de las explicaciones sobre el tema me indican que el síndrome (o como se llame) post COVID me había afectado mucho, me dirigieron para visita a neumología y al equipo POST COVID. Vamos que no sabían que hacer, estaba estabilizado y era lo único a su alcance. De veras os digo que con estas secuelas se pasa muy mal pues no es nada definible y se te define todo en el cuerpo, en forma de brotes o simplemente durante días.

Pero lo peor de todo ello es la incomprensión de la gente, incluso de allegados que no entiende que lleves casi un mes que no levantas cabeza, con la información que existe hoy. El Covid ha dejado una huella muy honda en la sociedad, no fue (no es) una tontería, como tampoco lo es el sindrome post covid, esas secuelas que son realmente duras cuando te pillan de lleno y mirando al techo.

Pero vamos, seguiré escribiendo todo lo que pueda, más lento, pero lo haré. Ya hay preparados textos de humor y diversas estupideces de esas mías.

Pues sigamos… Y un saludo a todos.

© Javier Sánchez septiembre de 2022

Papiroflexia y un accidente nocturno

Alguna vez habeis intentado doblar el prospecto de un medicamento exactamente igual que cómo estaba antes de abrirlo. ¿Si?

Pues hay unas 201 personas en todo el mundo que son capaces de hacerlo. Cincuenta de ellas en un manicomio, atados a una cama, veinticinco son políticos y no les ha pasado nada pues están acostumbrados a no hacer nada y 26 estamos tranquilos pero con medicación.

Pues oye, que tras un curso de 100 horas de «papiroflexia plus premier» por fin he conseguido volver a doblar el prospecto de una caja de medicinas. Llevaba años queriendo hacerlo, me refiero a doblar el prospecto ¿eh?. El curso ya estaba hecho.

A sido un curso muy intenso, duro y empalagoso, ferragoso y todo lo que termine en oso. Pero por fin lo he conseguídi. El profesor es un japonés muy querido en Cuenca, Don Tolometo Aunkesea Azpinorreatxea, de ascendencia vasca el hombre. Padre de Tokyo y madre de Donosti.
Pues hoy a las 18 horas 23 minutos hora zulu he conseguido volver a poner el prospecto en la cajita de prozac, que por cierto me lo tomo por el problema que tenia por lo del prospecto. Genial ha sido oyes y he llorado mucho. El profesor también. Y nos hemos abrazado un rato (esto último no me lo ha cobrado)

Ahora estoy con los abre fácil de los embutidos envasados al vacío, que no hay forma de abrirlos. Llevo una semana y me dejado los dedos, pero me ha dicho el profe, Don Alberto Padentro, que trabaja en el DIA, que lo conseguiré. También he llorado. El profe no, es un cabron.

Ah ! También he conseguido meter el nórdico dentro de su funda.  Cinco horas he tardado. He presentado el video y me lo han convalidado con un cinturón marrón de karate.

Toy que me salgo.

Con esto último de los sobre lo he hecho porque tuve un terrible accidente que os paso a contar, ya que estáis aquí sin pagar y sin hacer nada.

Pues pasó que… Una noche, bien de noche, me desperté de un sobresalto, con un dolor intensisimo en el gemelo derecho, no sé si os pasó alguna vez, es horrible eso, me puse en pie rápidamente. Al rato cedió, quedándose como un dolor sordo, pero muy molesto, no se porque le dicen dolor sordo si no grité ni nada, es que lo he leído por ahi. Pues acto seguido me dirigí a la cocina y lo que hace la mayoria de las personas del mundo (que tienen nevera) abrí la nevera y me quedé observando su interior. Imaginaros cómo en «Paranormal activity», que va pasando el reloj de la cámara a toda hostia, allí estuve embobado hasta las 3 de la mañana, desde las tres menos cinco que llegue, espantoso ¿Que no?

Pues eso, ya que estaba alli, haciendo el gilipollas, decidí comer algo, pero es que tengo que ser muy selectivo, tengo el estómago muy delicado, me sienta mal hasta el ALMAX y el OMEOPRAZOL, así que tras mucho pensar cogí un sobre de esos «abre fácil» de jamón serrano, de esos que también se come el plástico que separa las lonchas…. ¿No? ¿No se come?. Joder pues yo me lo como siempre, oye, pues está bueno, te hace heridas en la garganta pero bueno con un copazo de vino se pasa en un par de semanas.

Pues eso, que en mala hora, nunca mejor dicho, eran las 3 de la mañana, ya sabéis lo que significa, cogí el maldito sobre de jamón de plástico con plástico y comencé a preparar mi pan con tomate, aceite y sal. Todo bien puestecito en el plato. Con el punto ideal de sal, su tomatillo bien restregado por el pan, mi batido de cacao, mi carajillo de anis y dos magdalenas (ahora muffyns.) Algo ligerito, es que mi estomago no aguanta mucho.

Cogí el sobre de jamón… Joder aquello no había manera de que el plástico se despegara, de donde pone «abrir aquí», tirar y tirar hasta que llego un crack… mi dedo pulgar no soportó la presión, está muy depre, me lo rompí, por dos sitios.

Del dolor y sobresalto me golpee la cabeza con la campana extractora, me mareé y me apoyé en los cajones que había dejado abiertos, evidentemente se cerró y me pille los dedos, me sujete con la otra mano a la campana que se cayó encima de la vítro cerámica y todos los cristales se me clavaron en la cara. No veía nada y andando a ciegas le di un cabezazo a la caldera que tuvo un escape de gas y claro, como no, explotó por toda la cocina. Sentí un ruido como…. Eso se una explosión de gas, bueno, un ruido. Y la verdad os digo hijos míos que no recuerdo mas…

Desperté en el hospital, todo envuelto en vendas, el brazo escayolado y todo lleno de tubos por todos mis orificios. Rodeado de enfermeros, enfermeras y medicos, partiendose de risa.
Por ello, como soy un emprendedor de esos que ahora se llaman así, antes se llamaban vagos, vamos que no hago nada, he decidido hacer el curso este que os acabo de mencionar.

Hala hasta otra.


©Javier Sanchez  agosto de 2022 o algo así

Un comentario de esta mañana.

Queeee, que te iba a decir. Queeeeee, es que está misma mañana me he encontrado a la vida, si, si, a la verdadera, paseando por los jardines de mi barrio y me ha dicho al oído que dejes de quejarte por todo de una maldita vez, que intentes no amargar a los demás y que la disfrutes como puedas, de la manera que puedas, pues eso también es vivir. Y cuando se alejaba me ha dicho que ella, te pongas como te pongas va a pasar igual, así sin más.



© Javier Sanchez en esta soleada tarde de abril de 2022.

El entierro extraño

Ayer, por desgracia tuve que asistir a un funeral, era de la madre de mi amiga Encina, si, se llama Encina, su marido se llama Sauce y sus dos hijos, Orquídea Salvaje la niña y el niño se llama Champiñón, pobrecillos, que pena, son carne de cañón en el cole. Encina es una tía muy rara, bueno ambos son raros y siesos como un bocadillo de pan rallado. Pero oye, es mi amiga y me la quiero mucho, bueno tampoco mucho, más que nada la aprecio, así más o menos. Bueno, me sincero, total no me lee nadie, la verdad es que a veces me da vergüenza ir con ella con la corona de florecillas y las camisas de saco de cacahuetes, pero vamos hay que aguantar. Como dijo el gran estadista demócrata Sadam Hussein «La amistad es lo primero, después de mi»

Pues lo que pasa es que según la religión de los zumbaos estos, que se llama Rogue Two, es que cuando fallece alguien de muerte mortal, los amigos y familiares tienen la obligación de llevar al cementerio a una vidente para mediar entre los mundos del Pakagupaya (el cielo de ellos) y Pakagupaca, que es el cielo de nosotros, los medio vivos, así nos llaman los atrofiados estos, los medio vivos, porque dicen que no sabemos que es el traslado de la energía cósmica hacia el universo del otro lado o algo así entendí aquella aciaga noche en una cena en casa de mi amiga Encina (en aquel entonces todavía se llamaba Rigoberta y el Sabino), una cena de amigos totalmente extraña y que el que os escribe iba hasta las cejas de peyote y cubatas de anís del mono.

Bueno pues ya en el cementerio, la médium se puso «a trabajar» y no dio ni una, solo hacia que hablar raro, tirar huesos de oliva y decir que no. A ver, la mujer no dio ni una, no lo conseguía y se esforzaba, no conectó con el Pakagupaya, ni con el cielo de los Indios Tabajaras, ni con nadie, además la llamaron al móvil en medio de la sesión, que por cierto nos dio un susto que pa’que te cuento Mari Pili. Resultó que era su madre para que comprara pan para la cena.. Al rato contactó con una cadena de radio, los 40 principales de Barcelona, pero de la fallecida y sus amigos los muertos, ni papa. Después de tres horas de ruidos extraños, ve hacial la luz y conexiónes fallidas, dijo con sobriedad:

– Joder, es que no hay manera…

y después pasó al siguiente evento, que es el saber quien va a ser, de los presentes, el próximo en morir, que manda cojones que vayas a un entierro y te digan que serás el próximo en roscarla. Llegado ese momento, la vidente se concentró y comenzó a convulsionar, a poner los ojos en blanco y echar espumarajos verdes por la comisura de sus preciosos labios. En un momento dado nos dijo con voz de pito, oyes, como la anciana pequeña esa de Poltergueist:

– «Queeeee me dicen los del otro “lao” queee el siguiente en mooooriiiiirrrr seraaaaaaaá la primera persona que salga del recinto del cementerio, ve hacia la luz Carolanneeeeeeee».

O algo así dijo. Yo, es que tenía sueño y estaba sentado en una lapida de un tío llamado Francisco Breayer, fallecido en 2003 y nacido en 1873, aunque mi instinto arácnido me dice que se equivocaron, el jodío tenia 130 años cuando la palmó. Supongo que la impresora que hace las lapidas no funcionaba bien.

Ya eran las 20.00 pm y de allí nadie se había movido. Y nada que, visto lo visto, aquí estamos todavía todos. Os escribo sentado encima de la lápida de Francisco, que estamos jugando al dominó. Estamos todos bien, menos la madre de Encina y se me ha ocurrido un truco para poder salir de aquí después de cenar. Pues mira, hemos pedido pizzas, una birras y café para los cincuenta, bueno menos a un vegano que no ha pedido nada, no le hemos dejado. Con este truco saldremos, les he prometido que  después de cenar saldremos, ya que cuando venga el pizzero a entregarnos la pizza le haremos entrar al cementerio y…. como tiene que salir, él la palmara y entonces podremos salir.. Es que soy un genio de la informática y la geografía cuántica. Lo sé, soy un cabrón pero hay que salir.

Ya os contare otro día quien salió el segundo, porque me temo que va a haber guantazos para salir de aquí.

Hala un beso a todos. Menos a una.

© Javier Sánchez abril de 2022

En la oscuridad

Me comentaron en una tertulia de cuñaos, de esas de haber quien dice la estupidez mas grande, que uno de mis cuñados conoció a un amigo del hermano de uno que estudiaba para convertirse en monje Lama, un tal Jose Mari de Los Rios dos Sicilias, natural de Albacete. Bueno pues nos contó que este pavo le preguntó a su maestro:

– Maestro ¿A qué situación le tiene más miedo la el ser humano?

Y le miró fijamente a la cara del lama, que tenía sospechosamente los ojos cerrados. Dos horas después el lama contestó, jose Mari se asustó, se había adormilado pues pensaba que el lama estaba pensando la respuesta o que el Lama estaba en trance, pero vamos que no se percato que estaba dormido,  roncando como un caballo desbocao.

– A la osculidad, estimado estudiante ignolante, a la osculidad que es lo que el sel humano más teme. Lo que mas teme el sel humano es la osculidad. El sel humano teme a la osculidad, pelo que mucho. A la osculidad…

– Vale, vale que ya lo he entendido oiga…

Y el Lama volvió a caer en trance, pero está vez ya para siempre. Falleció allí mismo, de un ataque de ojos cerrados pa’ siempre.

Lama Yuan Yaai 1936-2022

Pues eso, que vamos, que aunque me cueste admitirlo, (y vaya por delante que no me creo eso de que mi cuñado conozca a nadie importante) creo que lo que dijo el difunto lama es muy cierto, en la oscuridad viven nuestros miedos y duermen nuestros más oscuros (nunca mejor dicho) secretos. Descansan nuestras batallas diarias, en un rincón, esperando el día, mientras el alto el fuego diario nos deja dormir. En ella no nos sentimos cómodos, nunca, es un sentimiento ancestral, la oscuridad no es nuestro medio. Nunca lo fue ni lo será. Siempre ha producido miedo, inseguridad y sobre todo, golpes en el pie con la pata de la silla o mesa de IKEA.

De hecho existe un experimento muy acreditado, lo leí en un artículo de esos sin fotos, en una revista científica de fama mundial, se llama, «QUE ME DICES OYES » y decía tal que así:

«Probad a apagar luces, y dejad en silencio toda la casa si es posible o al mínimo posible y sentaos, es la manera más cómoda y segura. De pie se sufre más. Y esperad acontecimientos.» Vamos el articulista no se había escojonado escribiendo el artículo, pero que si escribes en una revista de renombre da igual lo que escribas.

Y oye, os lo aseguro. Estas más expuesto. Lo hice. Y…. experimente lo siguiente:

Al momento el cerebro comienza a acelerarse, estado de alerta DEFCON 4, y los sentidos se acentúan asombrosamente, como consecuencia de lo mismo, el ritmo cardíaco se acelera poco a poco, sin problemas, pero se va acelerando. Lo notaba.
Y comencé a «oír» el sonido de la circulación de mi sangre, a oír ruidos que antes no oía. La sensibilidad de mi cuerpo se acentuó de forma asombrosa. El vello de mi cuerpo, como el de todos, es sensible a cualquier movimiento del aire lindante y circundante.

El cerebro comenzaba a captar cosas, a procesar cosas incomprensibles, cuestión de la aceleración cardíaca y la híper oxigenación del mismo. No es que te vuelvas más listo, o tengas súper poderes, no os hagáis ilusiones. Simplemente se oxigena más.

Hasta que llega el momento, en plena locura sensitiva, entre los latidos de mi “corazón partío”, la sangre circulando a toda leche, el puto grifo de la cocina que gotea, el portazo del imbécil del vecino de abajo y los vecinos de al lado que están echando un polvito, que sentí que algo se movia y se sentaba a mi lado, moviendo el aire y el vello de mi brazo se erizó el minúsculo vello de mi cara  notó, ese algo lo sientes como algo intangible, algo etéreo (que no se lo que es pero Estephen Kingn lo pone mucho). Y eso, que casi me desmayo.

Esa sombra oscura, que estaba oculta en la oscuridad, que surgió de lo más profundo, de un abismo insondable que mi cerebro había creado en el pasillo de casa, debajo de la foto de mi suegra y que activó el miedo irracional, la foto de mi suegra no, lo de la sombra y todo eso.. Como mola esta frase, la del miedo irracional y toso ese rollo que he puesto. Todo mi ser entró en lo que se llama ataque de pánico (del latín me “caguorum pata abajum” o algo así) y me levanté como un resorte a encender la luz, nuestro moderno y amado medio. Acto seguido me oriné encima. Poco a poco me giré para ver que es lo que me estaba aterrorizado, lo más fácil hubiera sido echar a correr, pero no podía y antes de terminar el giro completo,  mi hijo me dijo:

– ¿Hola papa, que haces aquí a oscuras? ¿Hay leche?

Así es el miedo. La oscuridad. Así es el cerebro y así es el cabrón de mi hijo que se sentó a mí lado, en pleno ataque del terrorífico experimento, sin decir nada, como un puto ninja.

©Javier Sánchez abril de 2022

Me pilló.

Hace 17 días el puto bicho me pilló. A nadie lo di a conocer, me sorprendió pues la gente lo toma como algo normal y no lo es. Que te pille el bicho es como recibir un disparo, ese disparo te puede matar o te puede dar los peores días de tu vida.
A mí, me dió los peores días. Fiebre, cansancio, sueño, intranquilidad, dolor de cabeza, vómitos, vamos un completo COVID19 a la plancha.

Han sido 15 días de una enfermedad que me ha dejado hecho una pena, por suerte ha ido menguando, la verdad es que he tenido mucha suerte, aunque tengo secuelas, dolor articular,  tos, agotamiento y que sigo siendo pobre. No he pasado por nada grave, solo dos días en hospital por fiebre alta y persistente. Pero nada más.

Todo empezó el día 27 de febrero a las 17 horas pm (pa merendar) cuando estaba en una bar con un amigo, bueno no es amigo, es un conocido, bueno un vecino perroflauta, pero él cree que es amigo y yo le dejo, como soy muy famoso y porque escribo libros y en un blog, pues eso. Pues el pavo este, que yo pensaba que era normal, me invitó a unas cañitas y allí estábamos en el «Bar La Plaza» que no está en ninguna plaza pero el propietario es un cachondo.

Nos sirvió el camarero una bravas, unos calamares, unas olivas y no sé qué más porque ya no me acuerdo. Al rato el pavo, digo pavo porque no me acuerdo cómo se llama, me dijo que era muy amigo de Miguel Bosé. Eso ya,  me hizo coger los siete males de todos los mundos y multiversos.
El tío comenzó a explicarme sobre montones de cosas, la mentira de la capa de ozono que me explicaba que como iba a haber una capa de gas que donde la sujetaban, que la tierra era plana porque el horizonte era plano. Y el suelo también. Vamos, para echarle de comer a parte o echarle del planeta.

Empecé a tener miedo, hasta que me dijo que no creía en lo del virus. Ahí me cogió un bahido.
-¿Como?
-Como lo oyes, es mentira.
-Emmmmm y ¿Los millones de muertos? ¿Y todo lo que hemos pasado?
– Todo mentira vecino. Ni me he vacunado ninguna vez y aquí estoy.

Yo no me lo podía creer, llevo dos años protegiendo me del virus pero nunca había pensado el protegerme de un gilipollas. Me entraron los mil sudores.

– Mira imbécil, ha muerto mucha gente, amigos míos incluidos, casi toda mi familia ha estado enferma y tú, tú, me dices que es mentira.
– Como sabes que han muerto de eso
– Como que sé que estás enfermo de la cabeza y aburrido como un submarimista en Toledo. Como que sé, que antes de esto eras el mejor entrenador de.las tribunas de campo de fútbol, sin serlo. Vamos que eres un idiota con título de trapo.

Resumo, pues no quiero entrar en la parte violenta de la conversación. Vamos que el imbécil, asintomático y anormal, me contagio el virus. Quince días enfermo, eso de «como una gripe» nada de nada. Yo pensaba que me moría. Fiebre, tos dia y noche. Y hospital dos días.

El domingo día 13 de marzo di negativo en el test, pero aún siguen las secuelas, el cansancio, los ataques de tos, las fiebres repentinas y el dolor articular. Pero eso no es nada con la rabia que recorre mi cuerpo al pensar que hay IMBÉCILES que, dos años después, siguen negando la evidencia, que les da igual todo, que pasan de los demas, de sus congéneres, que son lo peor y no sé qué decir más. No quiero que enfermen, más que nada porque les daría faena a los sanitarios y no lo merecen.

Y eso, es corto el relato porque estoy de muy mala hostia. Y no procede.
Pero que sepáis negacionistas que ya os odioaba, pero ahora más.

P.D. Es cierto que he pasado el maldito COVID19.

© Javier Sanchez marzo de 2022

Las dos yayas, un relato de miedo.


Entré en aquella casa, una fría tarde de verano, la cada donde mi abuela me envió, aún recuerdo su cara desencajada, cuando le conté lo que me había sucedido en el «Bosque de los árboles muertos» a las afueras de mi pueblo. Y es que le conté que ya hacía dos dias que no podía dormir. Dos días de un dolor espantoso, de insomnio y pesadillas.

Mii yaya, no me hacia mucho caso, andaba para arriba y para abajo, vamos un Up anda Down auténtico y se detuvo en un momento y me dijo:
– Ve para allí Javi, ve en cá la Tomasa, que yo ya he hablado esta mañana por Skype meeting con ella, hijo hazme caso que ella entiende mucho de esto y esto de verdad que es malísimo, malísimo de malo que es oyes.

Me quede estupefacto de lo que mi yaya me había dicho, y partí raudo hacia aquella casa en medio del bosque… Iba pensando, joder con la yaya, ¿Por Skype meeting? Pero si es sorda. Creo que me ha vacilado… otra vez.

Una hora y sesenta minutos después llegué al camino lleno de hojarasca que conducía a la casa. Una casa enorme, pero fea, era fea, tal cual lo cuento, fea. La verdad es que la casa daba un poco de yuyu, estaba toda ella llena de hiedra, unos árboles enormes que se balanceaban por el efecto del aire, extrañamente fuerte y frío para ser verano. Asustaba, la verdad, bueno ya se que el mundo está lleno de valientes, pero yo me asusté.

La casa. No es esta, pero se parece


Me acerqué a la vieja puerta, las hojas me iban golpeando la cara y literalmente me estaba cabreando con las.outas hojas. La puerta, que tenía unos diez o doce mil años era de roble veneciando, ya se que sorprende lo de veneciano, pero es lo que sé que pues me lo dijo mi yaya una tarde que le había dado bastante al anís con galletas maría. Me dijo la jodía
– Nene , me parece que está última galleta me ha sentado mal.
Eso me lo decía después de apretarse cuatro copillas de anís y media caja de galletas.

Bueno que os contaba… ah sí, la puerta y las putas hojas. Toque el picaporte, que era una garra de gallina, o algo así, que agarraba una bola que parecía… ¿de petanca? Ostras era una bola de petanca, que cutre por dios

Toc, toc, toc… Bueno no sé si se escribe toc, por que también son las iniciales de mi síndrome de Trastorno Obsesivo Compulsivo, pero lo he leído en varios comics y lo escriben así. Los americanos no, ellos escriben Knoc, o algo así, más que nada para tocar los cojones al resto del mundo, todos ponen toc, toc, toc, menos ellos, bueno los rusos no sé, con esas letras tan raras no se cómo se escribirá. Bueno que me lío y entro en bucle de tonterías. La susodicha puerta se abrió sola, bueno, para que nos vamos a engañar, también el portero eléctrico ayudó, pero se abrió la jodida puerta.

Entré, se apreciaba en lo oscuro de la casa, una pequeña sala, y al fondo una luz amarilla, luz de unas velas que alumbraban la pequeña estancia. Entrando en ella, a la derecha estaba todo lleno de recipientes extraños y una caja de puré de patata del Mercadona, a la izquierda, al lado del hogar, estaba la anciana sentada en una gran mecedora que hacia el típico ruido de ñeeec, ñeeec, cuando se mecía. Tenía las manos cruzadas, entre la cuales movía un rosario blanco incansablemente. Portaba un velo negro trasparente que cubría su cabello gris. Sus ojos, que se intuían grises, blanquecinos por las cataratas. Me dijo, levantando la reseca y temblorosa mano.

– Siéntate… Luis, me han dicho que lo has visto en lo profundo del bosque olvidado de los árboles muertos ¿Verdad?, casi devorado por la vegetación, aquel edificio, tal vez fue una antigua iglesia, o eso crees, ya abandonada de la mano del ser humano, de la cual fue antaño refugio de almas. Y ahora, abandonado por la bondad, refugio de males, de llantos oscuros y terribles. Esa es la espantosa impresión que percibíste cuando lo encontraste. Y cuando te aproximaste, solo oias llantos y sonidos espantosos. Y algo que te inquieto el alma y que todavía te agobia y duele intensamente.

– Eh? Como?

– ¿Estamos espesos eh nene? Que digo que de la noche más oscura, aquello que habita entre la niebla más densa. De allí, donde arañan tu mente las pesadillas más espantosas. Duerme sin dormir, eso, eso que paralizará tu mente y helará tu sangre. Eso que secuestrara tu alma y te arrastrara a los valles de la oscuridad. Donde él mora. Y no cierres los ojos pues el mundo está oscureciendo y necesitarás ver mas de lo que tu mente no imagina. El mal se acerca del fon….

– Paré, pare, ¿Eing? ¿Que? ¿Como? ¿Pero que dice? Por dios seña Tomasa, estoy realmemte acojonado, es espantoso lo que me acaba de decir, no se lo que hacer o proceder. Solo una pregunta seña Tomasa. Y mi nombre no es Luis, mi nombre es…

– Tu nombre es Roberto, soy adivina. Dime hijo, dime, estamos en una epoca terrible… de oscuridad, de espanto y…

– Que no, coño, mi nombre es Javier. Y ya que estamos, ¿Podre tocar la guitarra, si pasa todo eso que me ha dicho?. Que por cierto no he entendido na de na, de lo que me ha dicho oiga.

– ¿Pero qué dices insensato? ¿Eres imbécil o que?

– Oiga sin faltar ¿eh? Mire, entre mi abuela y usted me tienen hasta las cojones. Yo solo le dije a mi abuela que antes de ayer iba por el bosque y que habia por alli como una casa grande. Yo iba caminando despistado viendo la casona, y pise una rama que estaba en el suelo y rebotó y me dio en un huevo. Y a causa de aquello llevo dos dias sin dormir del dolor. Y aqui me veo en este tugurio, que no se ve una mierda y usted, que aparte de darme miedo, me esta metiéndo mas miedo todavía.
¡Joder que ya os vale a las dos!. ¡Me voy pa’casa o p’acasa, o como se escriba, que tengo hambre.! ¡Joder con las yayas una más sorda como una serpiente de goma y la otra mas p’alla que p’aca! Hala ahí se que da usted con su velo su mecedero y todo esto. Que me voy seña Tomasaaaa!

– Hala ve con Dios Luis y ten cuidado porque de la profundidad de la oscuridad….
– Joder, mi nombre es Javier. Hala adeu…

©Javier Sánchez enero de 2022

Consultas de cocina a la audiencia.

Una pregunta de cocina a esta audiencia tan entendía en la materia.

Me gustaría saber el porqué después de un buen amasado, que me he dejado las manos que nunca más tocaré la guitarra y un reposo de unos 40 minutos la pongo a cocer y la ensalada me sale con unos grumos rarísimos y un pestazo que pa que te cuento Virtudes hija mía.

Agradezco vuestra colaboración. Es urgente oye, es que tengo una visita esta noche a cenar y no hay manera, ya he tirado 3 lechugas y dos frankfurts alargados de esos de oferta del Mercadona, a 0.90 los diez paquetes oye, hasta venía uno con un anillo, que amables que son.

Saludos a todos. A ti no, espía.

© Javier Sánchez enero de 2022

Que bonito.

Ayer, mientras estaba cagan.., perdón, en el baño leía un libro, una comedia muy buena, «Guerra y paz» se llama,  cuando pasé la página 934 cayó de entre ellas cayó una pequeña hoja, era antigua, de color ocre o algo así, escrita en letra del estilo de esos que se escribe a plumilla. Quede sorprendido, lo recogí y comencé a leerlo. Y dice así:

«A quien quiera leerlo, es lo único que pido. Hay un encantador refrán Peruano que dice:

«A la ‘Reina de los Andes’, nunca veras florecer si tú la plantas, pues florece cada cien años imbécil»

Pues me contaron la historia de que una vez, un muchacho encontró a un anciano campesino plantando a «La reina de los Andes» y le preguntó:

-Buenas tardes abuelo, ¿para qué planta esa planta si nunca los va a ver florecer, pues tarda cien años en hacerlo?

El anciano campesino, con su infinita sabiduría y experiencia, le respondió con una sonrisa en su arrugado rostro:

-.A ver, primero porqué coño me llamás abuelo si no eres de mi familia, segundo de buenas tardes nada me he dado con la azada en el pie y me duele que te mueres y tercero ¿porqué no te vas a tomar por culo con la bicicleta y la tontería del jovencito amable? ¡El terreno es mío y planto lo que me salga de los cojones, me da igual si florece o se quema por la capa de ozono!. Y súbete los pantalones que parece que vas cagao.»

El pequeño papel cayó de mis manos al frío suelo del baño y pensé que qué hermosa y bella reflexión llena de matices vitales, me puso la piel de gallina y quería compartirla con todos ustedes vosotros. Os merecéis esto y mucho más. Pues eso.

© Javier Sánchez enero de 2022

Aquí solito que estoy

No se, no se, pero creo que la chica que habla por el GPS del coche quiere lío conmigo o algo asi. Esto es algo muy sospechoso y/o paranormal esto que me pasa. Todo esto lo he deducido porque es que llevo toda la mañana intentando ir a casa de una amiga, que ha cambiado de piso, y vive donde el viento da la vuelta y, oye, que el puto GPS es la decima vez que me lleva a un descampado. Desde las 10 de la mañana que sali de casa y mira que hora es. (Es una forma de hablar, querido lector, no hace falta que mires el reloj ni nada, ahora son exactamente ñas 12:51 pm)

Pues oye y que esto quede entre nosotros, pero es que me estoy empezando a asustar. A lo peor es una asesina en serie cibernética y yo aquí dando vueltas com un gilipollas, que me ha parado la policia cuatro veces porque he dado siete vueltas a la misma rotonda de la escultura extraña ese. Por cierto ¿os habeis fijado la cantidad de chorradas que ponen en las rotondas? Son espantosas. Algunas hasta dan miedo.

Pues eso, que muchas vueltas y todas las veces el camino lo termino en un camino sin salida, solito en medio del bosque, no se ve a nadie, ni vacas, ni unicornios y cosas de esas de los bosques, pero nada mas. Ni a Gandalf haciendo milagros con el palo, ni un guarda bosques ni nada. Nada. Por cierto, porque les llamaran guarda bosques, ¿que lo guardan o esconden por las noches para que nadie se lo lleve? O en su defecto…

-Ha llegado a su destino. – me grita la del GPS.

Mirala, otra vez en en otro sitio que no es. Y una mierda he llegado a mi destino, otra vez en otro camino de cabras sin salida y el descampado de delante, al final voy a llorar. Bueno, no, que no puedo, porque tengo conjuntivitis en los ojos y es que, os cuento, me estoy tomando unos supositorios para la conjuntivitis y no me va muy bien, me producen heridas, oye que me hago daño en los ojos al ponérmelos, mira que me esfuerzo, pero es que no caben bien, unas lloreras que me pillo, pero oye, si mi médico el Doctor Rafael Menguele Lopez lo dice, será bueno. Me receto el otro dia estos supositorios para la conjuntivitis de los ojos y un colirio para las almorranas, del colirio ya he gastado 4 frascos, no hay manera de acertar en el ojete, ni de cerca ni de lejos, no acierto y me pongo el culo perdido de colirio. Oye yo hago lo que puedo, que soy de letras y se muy poco de todo esto. Pues como os iba contando, agobiado que estoy, mas que el zapatero de Tarzan, además, mi amiga me ha llamado cinco veces ya. Vaya y ahora otra vez….

-Javieeeee que donde esta quiyo?? (es que mi amiga es andaluza y habla andaluz. Me ha costado años pillarlo, pero ya lo pillo)

Y que donde estoy me dice la malahe. Nos ha jodido. Y yo que sé…

– Pues en un descampado, otra vez, ma cago en to lo que se menea – le contesto con la educacion que me caracteriza.

-Pues a ver si vienes ya cohone, oye que ya esta bien, que se me esta enfriando el gazpacho y frio no vale pa ná y los filetes cordon bleau se van a pasar… venga quiyo date vida coño…

Es que mi amiga, que por cierto que se llama Itziar, sisisisisi, como lo oyes, de sevilla que es la jodia, pero se llama Itziar, de cocina ni puta idea. Y que de graciosa nada, es mas sosa que un bocadillo de pan rallado. Ese topico de que los anadaluces son graciosos por naturaleza, pues ella no es de naturaleza. Es sosa la jodia y para cocinar tambien, pero me la quiero mucho, ella dice que soy el unico catalan que le hace reir. No se si eso es bueno o malo. Pero vamos me rio y quedo como un rey.

Y ya la última llamada, ya me ha llamado cabreada diciéndome que no hace falta que vaya, que ya se ha enfriado la gazpacho, las pechugas cordon bleau (las rebozadas de toda la vida) se le han pasado y estan pochas y se le ha quemado la ensalada de verduras, que se ha equivocado y la ha puesto en el horno. Y ya me ves, yo aqui, solo como un lagarto en una pared, llorando de pena penita peeeenaaa…

¿Podeis llamar al 112 o el 113? Me da igual, cualquiera de los dos, no soy supersticioso, es que dicen que da mala suerte ser supersticioso. Más que nada para que me rescaten de esta loca del GPS, por que ahora esta gritando y el GPS esta dando vueltas sobre si mismo y no se que dice «de la guarra de su hija» o algo asi.

Gracias.

– Jajajajajajaja, Ha llegado a su destino.

– Calla loca, que estás loca!!!

© Javier Sanchez enero de 2022

Buena decisión

Llevo uno días que precisaba ir al psicólogo, y hoy me he levantado ya decidido, pero soy así, y he cambiado de opinión oye. He pensado en ir a ver a mi madre. Y todo ha salido como yo esperaba. Le he contado mi amargura a mi madre, se ha levantado del sillón y después de dos horas de danzar por casa haciendo cosas y canturreando, me ha preparado mi bocadillo de jamón preferido y me ha dicho:

– Tú, Javi, lo que eres es gilipollas hijo, pero pa siempre y ya te viene de antes hijo.

Y eso, que me he ahorrado 160€, me he llevado una colleja y un tupper de croquetas buenísimas. Mi madre es que es un genio.

© Javier Sánchez diciembre de 2021, ya en casa, comiéndome las croquetas.

Apocalipsis zombie.

Con esto de la pandemia, que todavía no ha terminado, aunque los políticos y algún que otro tertuliano, epidemiólogo vulcanologo, diga que se ha acabado, la verdad es que va a ser que no. Y a mi es que todo me va fatal, es un espanto oye y es un espanto teniendo en cuenta de que tengo muy mala suerte, al final me va a pasar algo. No sé si saldré indemne del final de esta catástrofe, casi seguro que no, soy personal de riesgo, vamos que si pillo el bicho tengo un 80% de probabilidades de palmarla, aunque me he vacunado cuatro veces, en una de ellas repetí en un descuido del enfermero, que se puso a hablar por el móvil con la novia y entre el cuelga tú, no, tú, etc… Me puse en otra silla y el pavo me vacunó de nuevo. Vamos que tampoco me he puesto a chupar barandillas, ni morrearme con la camarera del bar de al lado.de casa. Pero llegados a este punto, hay que probar suerte, porque de suerte se trata esto de la vida, de suerte y de nada más, hagas lo que hagas, no le deis más vueltas, ni os pongáis tontos con gilipolleces de tipos vestidos de calipo y calvos que viven a seis mil metro.de altura, que dicen tonterias porque no les llega el riego al cerebro. En esta vida todo es cuestión de suerte o de mala suerte. Sólo eso.

Mira pues, como te contaría, es como «El profesor» de la serie «La casa de papel» ¿Inteligente? Y una mierda, es el tío con más suerte de todo el sistema planetario, de aquí y de fuera de la galaxia exterior con vistas al mar, como los pisos.

Pero vamos a ver señor Dios o quién mande por ahí arriba, a ti que te pasa, ¿que te has olvidado la medicación en el año 2020 y lo que llevamos del 2021?, ¿tienes úlcera de estómago y estás de mala hostia?, vamos no me jodas la que me has liado, joder, es que  ya llevo casi dos años. Y es que mira oye, me dejaste sin trabajo, bueno cobro el ERTE, eso cuando al funcionario asignado a mi caso se le pasa por los cojones y me paga algo. Llevo meses encerrado en casa, sin ver a nadie de los que quiero, aunque realmente quiero a muy poca gente, solo los veo por la pantalla de un móvil u ordenador o solo leo lo que escriben o muy de cuando en cuando algún audio de esos que se graban en la calle y no se entiende una mierda. Eso contando con los que todavía están en contacto y no se han olvidado de mi.
Estoy rodeado de mierda todo el día (me refiero a la tele, el taladro de cada día sobre el bicho cabrón, el volcán, los sociólogos, los vulcanologos, los epidemiológicos, los astrólogos y los imbecilogogos), mi casa está muy limpia y que de verdad que esto es algo terrible. Encima y a más a más, tenemos huracanes, ciclones, políticos idiotas, idiotas políticos, gente imbécil, VOX, gente trabajadora imbécil que vota a VOX, plagas de abejas asesinas, mosquitos tigre, que eso no se lo cree nadie, como coño han cruzado un tigre con un mosquito.
Además, siguen las putas películas alemanas de antena 3 de los sábados y domingos por la tarde, que no hay manera de que se agote el repertorio, la madre que me parió, ¿Pero cuántas hicieron antes de la puñetera pandemia?¿Es que ya lo sabían?. ¿La pandemia la ha creado la productora de las películas alemanas? También, todavia hay jabalíes por la calle, imbéciles sin mascarilla después de un año y medio, en los bares y en las terrazas criticando al gobierno por todo. Políticos ladrones, que tampoco es nada nuevo, pero cada día hay dos o doscientos más. Joder, es que todo esto es casi apocalíptico.
Encima voy y me enamoro. Esto no es normal, que ya soy mayor.

En esta pandemia, que no ha terminado todavía y, repito, no se si me libraré, sinceramente, me está pasando de todo. Hasta me han venido a casa los del Círculo de lectores y testigos de Jehová, que manda cojones. Que por cierto no sé si os conté, que la semana pasada se me presentó en casa una pareja de testigos de Jehová y les dejé pasar, que quieres, me sentía solo. Pues el chico se me desmayó. Tuve que llamar a una ambulancia para que vinieran a recogerlo, es que tenía que ir a comprar. Pobres, no están acostumbrados.
Que más… Ah sí, los cabrones de Jazztel me siguen llamando. Los de vodafone y los que venden maquinas depuradoras de agua. Tambien esos que juntan los servicios de casa, agua, luz, gas, televisión, radio y no se que mas. Que agonía porfavor.

Por cierto una señal de que hay algo apocalíptico, me enteré que VOX a montado un sindicato, hace meses… yo, ahi lo dejo.

Los jóvenes cada vez más gilipollas, todos quieren ser influencer, pero oye, seamos sinceros, influencer era mi madre con una zapatilla voladora en la mano, tu eres un atontao con internet, que por cierto lo pagan tus padres.

Pues con todo esto, con todo este maremágnum de follones, ayer en mi barrio, gracias a que en el bar Terraza sirvieron unas croquetas con carne de caribú radioactivo, explotó una apocalipsis zombi y encima de zombis fachas nada menos, el Borja Mari, El Tito, el Tato, el Migue, el Robert, El Cayetano y el Pablito. Y yo soy de izquierdas y republicano y vivo aqui en to el medio de la apocalipsis zombie pija esta. Vaya tela de apocalipsis, todos con la banderita y el «osea que te muerdo, te lo juro oyes y que viva España»  Y claro, con mi suerte, pues me he escondido en una esquina que hay unos containers de la basura, es que me estaba meando y allí me han pillado, me.han pillado con el enano en la mano, es que ya no me aguantaba más y no he podido defenderme, con toda la mala suerte que me mordió el que peor me cae, el Borja, los que me conocen ya sabén que soy alérgico a ese nombre. Que hostia tiene el idiota ese megapijo.

Si, si oye, en todo el cuello, no se qué puta manía tienen los zombis de morder en el cuello, será que no hay cuerpo, pues nada… y mira oye, que llevaba la cadena que me regaló mi madre para mí cumpleaños, con aquella tarjetita tan llena de cariño, mi madre es que es muy detallista, «En tu cincuenta cumpleaños, a ver si te vas de casa de una puta vez, vendela o algo»
Pues eso el cabrón del zombi me metió un mordisco que me clavo la cadena y todo, joder que daño. Vaya mierda con el pijo baboso y encima olía bien.

Pero el problema más grave y/o añadido a que me muerda un zombi pijo facha imbécil es que me he convertido en un zombi culto porque se escribir, pero zombi al fin y al cabo, pero es que lo peor de todo…. y no os ríais por favor os lo pido… es que, soy vegano. Si se ve que hay una regla natural que cuando te muerde un gilipollas de estos, te quedas cómo estabas, si eras vegano pues vegano. Si eres funcionario sel SEPE, pues te duermes.
¡Pero es que soy vegano coño!
¡Dónde coño va un zombi vegano! ¿Como voy a vivir ahora!? ¿De remolacha? Me cago en la madre que parió al gilipollas del Borja. Ojalá se quede sin dientes y tenga que comer Colacao con pan rallado y se ahogue en su propio…Colacao…

Además yo no me encontraba como un gilipollas de zombi de esos que andan de lado y hablando raro, no, no, estaba bien, solo tenía hambre de comer brócoli. Manda cojones, no me ha gustado el brócoli nunca, es, para mí gusto, asqueroso, sabe a hierbas malas de la cuneta de las carreteras. Además, es que no lo entiendo, me convertí al veganismo antes de ayer, porque conocí a una chica que era vegana y lo hice por qué me gustaba la chica. Es que vaya tela oye, es que tengo muy mala suerte y ella, Lluvia (es que se llama así, manda cojones), que tiene dos hijos llamados Nabo y Lechuga de invierno, pobres criaturas. Pues Lluvia esta solo comia espárragos y col lombarda y claro la única forma de que me hiciera caso era decirle que yo también era vegano a tope. Mentira, me arreaba unos bistecs de búfalo que pa’que te cuento. Pero todo sea por la chica que era guapísima. Bueno ahora no, porque la vi pasar hace un rato y tiene un bocao en toda la cara que se ha quedado hecha una mierda. Ni me ha saludado ni nada, que idiota maleducada. Ah! y no te lo pierdas encima se ha liado con un zombi guitarrista, que por cierto no tiene manos, porque se las ha comido un zombi ciego, el José, vendedor de cupones de la ONCE del barrio, que ya me contarás tú cómo va a tocar la guitarra el idiota del perroflauta. Y van cogidos de la mano por la calle, bueno mano y muñón.

Esto, la verdad, es una locura, todo de fuego por todos los sitios, gasolineras explotando, coches estrellándose, la gente gritando, hasta los que no son atacados también gritan, la policía gritando, y cargando contra perroflautas sentados en el suelo protestando por la invasión zombi, porque dicen que la culpa es del gobierno. Es que esto no es normal.

Y todo por unas putas croquetas del bar Terraza. La madre que los parió, buenos cubatas pero unas croquetas que a saber de dónde han salido. Aunque sigo pensando en que las productoras de películas alemanas también tienen algo que ver y nos está jodiendo a todos. Bueno voy a seguir haciendo de zombi gilipollas, que si no se me echan encima para morderme y me voy a la frutería a ver qué pillo, porque tengo hambre. Me jode porque los zombis normales se ríen de mí cuando me ven comer tomates, mientras ellos comen cerebros y todas esas mierdas. Mira, bien pensado me voy al Mercadona que tienen buena fruta.

Zombi y vegano, es que manda cojones la mala suerte que tengo.




©Javier Sánchez octubre de 2021